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Doade y Vilachá, las joyas vitícolas de los benedictinos de San Vicente

felipe aira MONFORTE

MONTEDERRAMO

Vista de la ribera de Val dos Frades desde el mirador de Vilachá de Salvadur
Vista de la ribera de Val dos Frades desde el mirador de Vilachá de Salvadur ALBERTO LÓPEZ

Desde el siglo XIII hay constancia del aforamiento de viñas del monasterio en la ribera donde se realizan excavaciones

25 may 2019 . Actualizado a las 18:46 h.

Las tierras que formaban el coto de Doade -origen del priorato de Doade directamente dependiente de San Vicente do Pino- y Vilachá de Salvadur -ribera del municipio de A Pobra do Brollón- fueron de las pertenencias más importantes que tuvo el milenario monasterio monfortino. A continuación, damos a conocer algunos de los documentos a los que tuve acceso durante años de investigaciones, que pertenecieron y fueron escritos en el monasterio de San Vicente do Pino. En el caso de Vilachá de Salvadur, adquieren especial interés por los últimos descubrimientos arqueológicos registrados en el lugar de Os Conventos.

A comienzos del siglo XVII se hace registro de todos los documentos existentes en el archivo benedictino monfortino, entre los que figuran escritos medievales referidos al coto de Doade. En uno de ellos se lee: «Confirmación del Rey D. Fernando y su hierno el conde D. Regimundo de toda la hazienda que tiene el monasterio y de la de Duade en tiempo del abad Jandubio por haberse quemado las escrituras. Es traslado autorizado en pergamino. B8. Año 931».

En este asiento de registro, con letra diferente, escriben: «Fue esta confirmacion y privilegio como consta desu inspeccion los tpo de Dn Miguel primero que como en otra parte se dice no tiene fecha y es preciso según su contenido aya sido hecha dha confirmación después del año de 1085 y antes del de 1092 en tiempos del abad Jandubio fue la

donación del Coto de Duade hecha por el Conde Dn. Nuño Sarracinez y la Condesa Dª Goeva que se contiene al pie de la letra en la confirmación del Conde Don Ramón y dha donación de Doade tiene fhecha que es era

de 969 y año de xto de 931».

Fusión con Ribas Altas

El monasterio monfortino pasó por momentos de grandes dificultades en los siglos bajomedievales como consecuencia, entre otras circunstancias, de las constantes guerras entre los nobles feudales. Un documento del año 1298 da cuenta de la «unión que D. Fernando Obispo de Lugo y el cabildo hicieron de las yglesias de Rivasaltas y Doade a San Vicente cuya era la presentación atendiendo a su mucha pobreza».

Las referencias a las viñas situadas en esa ribera del Sil se suceden en los foros en siglos posteriores. En un documento del año 1473, el abad de San Vicente don Rodrigo afora «a nosa vinna do Porto de Doade». El coto de Doade, por sus ricas tierras y su apreciado vino, fue una propiedad muy codiciada por diversos titulares feudales. En alguna de las versiones de la conocida leyenda de la corona de fuego se indica que el móvil para el asesinato del abad de San Vicente do Pino había sido la reiterada negativa del benedictino a entregar tierra alguna de Doade.

La corona de fuego no deja de ser una leyenda, pero se conservan documentos que acreditan que el coto de Doade fue motivo de enfrentamientos importantes entre sus legítimos dueños, los monjes de San Vicente do Pino y los señores que luego serían condes de Lemos. Uno de estos documentos se hace eco de una querella del monasterio en el año 1523 contra la condesa Beatriz Enríquez de Castro.

La relación entre los benedictinos de San Vicente do Pino y Vilachá -en muchos textos Villaplana o Viaplana- se remonta documentalmente, a los siglos XII y XIII. Siguiendo los fondos medievales del cenobio benedictino monfortino, encontramos una de las escrituras más antiguas que asocian Vilachá -en este caso la iglesia de San Mamede- con el monasterio de San Vicente do Pino. Está datada en 1182 y corresponde a la «venta que hizo Suari Suariz al abbad D. Diego de la su porción de la iglesia de S. Mamede de Vilacha, por .36.sueldos».

Foros en «Viaplana»

De comienzos del siglo XIII datan aforamientos de viñas propiedad del monasterio que se sitúan en «Viaplana». «Pelayo. 2. Abbad de San Vicente con el convento dan a Pedro Jordan y su mujer Aldonza Perez la viña de Viaplana en Valbuena y una leira yendo a Carudi entre los dos caminos por dos cañados de vino por su vida. Habianlas ellos dado al monasterio, en pergamino», se lee un un foro del año 1219.

De 1239 data un acuerdo entre el abad de San Vicente, que además era arcediano de la villa de Monforte, con el monasterio ourensano de Montederramo. El cenobio monfortino le concedía al de Montederramo que pusiera capellán en la iglesia de San Martiño de Piñeira y que administrase en ella los santos sacramentos. San Martiño de Piñeira se ubicaba según todos los indicios en Vilachá de Salvadur, aunque se desconoce el lugar exacto que ocupaba ese pequeño cenobio. Las excavaciones que ahora se llevan a cabo allí tratan de determinar ahora si se levantó en el lugar denominado Os Conventos, en la ladera del Sil que se conoce como Val dos Frades.

Las posesiones en las riberas del Sil fueron motivo de disputa con la casa de Lemos