La niña agredida por otro menor «para saber lo que se sentía» mejora, pero no recuerda nada

La joven de O Carballiño agredida brutalmente el 9 de septiembre por un amigo de 13 años que la golpeó con una barra metálica «para saber lo que se sentía al matar a una persona» evoluciona favorablemente en el CHUO. La niña, de 14 años cumplidos hace un mes, ha salvado la vida, pero su familia tiene asumido que le va a quedar un daño cerebral y que nunca volverá a ser la misma. Ya está consciente y habla con sus familiares, pero no recuerda nada de lo sucedido. Cristina Martín, hermana y portavoz, apunta que ellos tampoco le hablan de lo que ocurrió, sino que lo dejan en manos del equipo de psicólogos del hospital.

En O Carballiño, un centenar de personas se concentraron ayer para pedir justicia y que se cambie la ley del menor para que no queden impunes casos como este. Águeda, la madre de la víctima, clama contra las autoridades: «Ningún político ha contactado con nosotros, ni nadie nos enfoca cómo podemos hacer para que nos escuchen. Mi hija tendrá que ir a un centro de daño cerebral», lamenta. Afirma que han pedido hablar con el presidente de la Xunta y con otros representantes públicos, sin obtener ninguna respuesta.

Los familiares y amigos apoyan esta demanda de cambios en la ley. «A pesar de su situación crítica, de las operaciones, mi hermana sigue con nosotros. Ha sido víctima de un intento de asesinato y cualquier día saldrá a la calle sabiendo que su peor pesadilla se puede esconder detrás de cualquier esquina. Que pase lo que pase, no pasó nada», leyó Cristina Martín en el manifiesto al concluir la marcha.

«La Ley del Menor, mientras siga siendo tan inflexible, nos deja a todos desprotegidos. Si en algún momento, un menor comete un delito grave no tendrá un juicio ni antecedentes, y al cumplir la mayoría de edad no cambiará nada», sostiene la portavoz, por el principio de que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo delito. «Si mi hermana no hubiese sobrevivido, tampoco cambiaría nada, y por eso no podemos parar. Mientras la ley no se modifique, la Justicia seguirá siendo ciega», concluyó.

Inimputable

El agresor, de 13 años -una edad que lo hace inimputable a efectos penales-, está por ahora bajo la tutela de la Xunta, ingresado en un centro de menores de Ourense, después de haber sido examinado psicológicamente y dado de alta. La manifestación de ayer, la segunda en un mes para pedir cambios en la legislación penal del menor, arrancó de la plaza de la Veracruz y concluyó en la plaza del Ayuntamiento, tras un recorrido por las calles céntricas peatonales de O Carballiño, con los manifestantes coreando «Vamos, Nuria, estamos contigo» o «Queremos justicia».

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