Cristina Nóvoa, profesora: «Hay que usar la tecnología, pero que no sea el centro de la educación»

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

O CARBALLIÑO

Santi M. Amil

La docente carballiñesa ha recibido premios por su metodología para enseñar idiomas

10 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristina Nóvoa Presas se autodefine como inquieta. «Me meto en todo», confiesa. Esta carballiñesa lleva 25 años como docente en Salamanca, 22 de ellos como especialista en inglés y, pese a la distancia, no se pierde una fiesta del pulpo. Dio clases de alfabetización y de español para extranjeros en la cárcel de Topas durante ocho años y otros tantos se dedicó a la enseñanza en un colegio rural. Además de sus clases, presentó proyectos educativos que le han llevado a recibir un premio Atresmedia por su metodología innovadora y a ser finalista (séptima en el 2019 y novena en el 2020) en los premios a mejor docente España Educa.

Cristina Nóvoa creó una metodología nueva, Aprender Lengua Viva (LAL, Learning Alive Languages, por sus siglas en inglés). A partir de su inquietud por la investigación y con afán de ayudar a sus compañeros, Cristina dedica parte de su tiempo a la formación de otros docentes . Ha publicado Diccionario de recursos tecnológicos para educación, un manual en el que recopila todas las aplicaciones y TIC que ha ido conociendo y utilizando desde hace años. Lo presentará el día 15 en la Librería Escolma de O Carballiño. «Yo consultaba a menudo este cuaderno donde anotaba todos estos recursos», dice. Y pensó en que podría ser útil para otros docentes. Con su publicación, quiere facilitar las búsquedas y ahorrar tiempo. «Tiene que ser un recurso intuitivo, fácil y gratuito, porque trabajo en la pública», dice.

Además, tiene un blog, un canal de YouTube y otras redes sociales, donde es muy activa; a partir de ahí le surgieron oportunidades de formar a docentes en otras comunidades. «Aprendo mucho de otros profesores, estoy al día en todo lo último que sale en metodología activas», afirma.

Se define como una persona «totalmente analógica, de tiza, lápiz y papel», pero cree que no puede «enseñar a niños con una mentalidad del siglo XIX». Ello no implica, matiza, que sus clases no sean tradicionales y que no defienda la memorización, puesto que ha funcionado. «La forma de aprender es la misma, si sabes cómo funciona la mente sabes cómo enseñar. La tecnología hay que usarla en favor de la motivación, pero no creo que deba ser el centro de la educación ni de la forma de aprender. En las facultades tenemos una carencia de saber cómo se aprende y cómo llegar al alumnos», sostiene.

Ha presentado varios proyectos Erasmus, en los que hay que justificar por qué se utiliza una tecnología y en qué beneficia al aprendizaje; esos proyectos europeos dan fondos al centro en el que trabaja (CRA Domingo de Guzmán) para viajes de los alumnos. Nóvoa es docente itinerante y también da clases de inglés en un colegio rural más pequeño. Además, trabaja con un grupo internacional de profesores, de Turquía, Finlandia, Holanda e India, en el que utilizan las aplicaciones informáticas con un objetivo. Para aprender un idioma, primero plantean qué estructuras gramaticales hay que trabajar y después añaden la tecnología. «El alumno tiene que interactuar. No se aprende la lengua estudiando gramática, sino utilizándola. Creo firmemente en los materiales reales», defiende. Sobre cada país de habla inglesa, por ejemplo, se estudia su geografía o literatura, con vídeos, cocinando recetas típicas o escuchando sus himnos. Es un aprendizaje total. Y que aplican a las lenguas vivas de España, en otro proyecto con docentes de 40 colegios de todo el país. También han hecho un diccionario de extranjerismos y otro de expresiones típicas de cada región.

«Mi labor no acaba con mis clases de inglés. Mi vida es la educación, me apasiona», apostilla.

«Cuando cuentas con la implicación de las familias, todo fluye»

Cris Nóvoa estudió Magisterio en Ourense. «Hice un grupo de amigos que mantengo. Somos docentes y muchos acabaron siendo de equipos directivos. Hablamos de diferencias, en Galicia el salario es algo más bajo que en Castilla y León. Las condiciones de trabajo son similares, pero en algunas cosas Galicia está mejor, como en tener administrativos en el centro», cuenta.

Cree que el nivel de inglés ha mejorado mucho por el avance en la formación de los docentes y porque los padres empezaron a dar importancia al idioma. «Cuando cuentas con la implicación de las familias, todo fluye», observa. «Mis deberes son siempre ver la tele en inglés, al menos media hora todos los días, aunque no entiendan nada. Hay que trabajar el oído, sobre todo en las edades en que trabajo yo, antes de que se defina la lateralidad», añade.

Cristina Nóvoa es también una apasionada de O Carballiño. Viene en todas las vacaciones y la fiesta del pulpo es especial para ella. La vivía siempre en el parque municipal con su familia, cada vez que venían de México, donde se crio hasta los 12 años, una experiencia dura, por la falta de seguridad en el país azteca. «La foto ante la pulpeira es especial, porque lo mamé desde pequeñita», explica sobre el rincón.

Quién es. Cristina Nóvoa Presas, nacida en O Carballiño hace 48 años.

A qué se dedica. Es profesora de inglés en una escuela rural de Salamanca.

Su rincón. La plaza de O Carballiño ante la estatua de la pulpeira.