«Nadie muere definitivamente mientras su recuerdo permanezca en la memoria de alguien»

OURENSE CIUDAD
Nunca ha tenido afán de protagonismo. El suyo es un perfil más discreto. Responde al de un historiador autodidacta que bucea en los archivos de toda España sin atender al reloj, dada la motivación que ello le produce, autofinanciándose y sin buscar medallas populares que otros pretenden colgarse gracias al esfuerzo de dos años, en el caso concreto de este estudio. Elementos con los que ha editado libros y artículos relacionados con la historia de A Limia. Textos como el que detalla con la invasión francesa en dicha comarca y que ha motivado la instalación de un monumento en la villa en recuerdo de los 400 difuntos que perecieron en aquella batalla.
-¿Donde se publica este estudio y cuando?
-El estudio está recogido en los cuadernos culturais do Limia, conocidos como revista Lethes, concretamente en el número que corresponde al año 2005. Este es un trabajo que yo empecé estando en la universidad de Ourense, durante un programa para mayores, momento en el que inicie la recopilación de información.
-¿Existía algún trabajo sobre esta efeméride?
-Estando en la Universidad de Santiago, mientras hacía investigaciones de A Limia, encontré una información publicada por Benito Fernández Alonso y Marquina y Álvarez, quienes publican en el año 1908, con motivo del primer centenario, una información sobre la Guerra de la Independencia en Ourense en la revista Galicia. Esto fue un primer paso que yo continué investigando en el arquivo diocesano de Ourense y buscando en los libros de difuntos de Xinzo, en donde los curas hacen constar que murieron en esta batalla.
-¿Donde nace el proyecto de instaurar un monumento en memoria de los difuntos contra los franceses?
-En los libros que revisé de los sacerdotes, ellos mismos escribían que por los siglos de los siglos permanecerían en la memoria por las barbaridades que hicieron los franceses, algo que yo en mi artículo reproduje y enfaticé, mientras hacía un llamamiento a las instituciones de A Limia para que se instalase unmonumento en cualquier parte de A Limia, ya que nadie muere definitivamente mientras su recuerdo permanezca en la memoria de alguien.
-Y como es que siendo el creador del estudio ¿no participó activamente en el acto?
-Como decía Sofia Mazagatos, hay a muchos que les gusta estar siempre en el candelabro -risas-.
-¿Se lo llegaron a proponer?
-En ningún momento me propusieron nada ni yo tampoco me siento ofendido. A mi me invitaron al acto y yo asistí satisfecho. Lo que si que puedo decir es que de los cinco oradores, cuatro, -el alcalde, el delegado de Cultura, el subdelegado del Gobierno y la presidenta de Civitas- tuvieron la deferencia de nombrarme. Yo estoy muy satisfecho ya que algo que había caído en el olvido durante 200 años ha sido recuperado.