Senén Ramos y su hermano Rafael asumieron el relevo generacional de su madre, Elisa Álvarez, en Comidas El Couto y lideran el proyecto Xantar
24 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.A Senén Ramos Álvarez la tradición empresarial de su familia le tiraba más que el ejercicio de la profesión como enfermero. Y la vinculación con el negocio, y el trabajo en el día a día, acabaron por despejar sus dudas. Hasta tal punto que en la actualidad presume orgulloso de representar «a terceira xeneración da familia vencellada a este proxecto: primeiro foi meu avó Antonio, logo miña nai e agora estamos nós. E pasouse da actividade tradicional da panadería a asumir as novas demandas e servizos que se precisan na actualidade».
De O Couto a Santo Domingo
Y no le falta razón. En el barrio de O Couto empezó su abuelo con una panadería ubicada en la calle Jesús Soria, que luego tuvo continuidad con los establecimientos que aún permanecen abiertos en O Couto -Avenida de Portugal- y Santo Domingo -Comidas El Couto y Pastelería O Couto-. La familia también regentó durante años la cafetería del mismo nombre ubicada en el Paseo -actualmente Cafetería Milucho-. Al negocio iniciado por su abuelo Antonio se fueron incorporando sus cuatro hijas -Rocío, Elvira, Obdulia y Elisa-, que con el paso del tiempo asumieron cada una sus propios proyectos empresariales.
Hasta donde alcanzan sus recuerdos, Senén Ramos se ve ayudando en los negocios familiares «primeiro botando unha man e axudando no que se podía e logo reforzando para poder atender a demanda puntual que se rexistraba en festas sinaladas: Nadal, O Carme e citas similares». Y llegado el momento este empresario que asume que su destino casi estaba escrito con sus orígenes familiares -«nai pastelería e pai heladeiro»- se implica de lleno en el proyecto.
En el año 2000 Senén Ramos Álvarez, que trabajaba de enfermero, pide una excedencia en su trabajo para probar suerte con el negocio familiar. Reconoce que «a miña muller e eu traballabamos no noso chollo, ela como mestra, e pedimos unha excedencia para probar sorte con novos proxectos porque ao final é certo aquilo de que non se pode capar e asubiar e, ou estás a unha cousa ou estás a outra». Empieza a hablar de su madre con veneración, y no para, recordando toda una vida de esfuerzo para sacar adelante su proyecto empresarial y su familia y del apoyo y asesoramiento que les brindó para desarrollar sus propuestas.
Del cátering a la integración
Cuando Senén Ramos Álvarez asume el relevo generacional lo tiene claro: «Decidimos apostar forte polo cátering porque vimos que era un servizo moi demandado por escolas, para actos sociais, institucións e outras citas e que estaban vindo a facelo empresas de fóra de Ourense. Daquela empezamos a formarnos, fumos a feiras profesionais e fixemos un gran investimento en maquinaria e infraestructura».
Las instalaciones de la calle Santo Domingo asumen la venta al público, mientras Xantar tiene en el parque empresarial de San Cibrao la nave para elaborar todo lo necesario para actos sociales, bodas o cualquier tipo de evento. Su mujer, Lourdes González, y su hermano, Rafael Ramos, están implicados también en este proyecto que en la actualidad da trabajo a 29 personas y que además de suponer un paso adelante en la diversificación del negocio familiar mantiene un compromiso con la integración: hace unos días la empresa firmaba con el Concello de Ourense el convenio de Auria Inserta para favorecer el acceso al mercado laboral de colectivos desfavorecidos.