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El día después de la llegada

jesús manuel garcía OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El obispo bendijo «La cena de Emaús» de Vidal en su primera misa

13 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, bendijo ayer el cuadro La cena de Emaús, de Manuel Vidal, ubicado en la capilla del Santo Cristo y patrocinado por Serafín Marqués. Esta obra acaba de recibir el Premio Francisco de Moure 2011. «Agradezco al cabildo la oportunidad que me da de bendecir esta hermosa pintura en el inicio de mi ministerio episcopal. Quiero bendecir al artista, al donante, a todos los que participaron en el proyecto y a todos los que lo vean», señaló monseñor Lemos, contento con la iniciativa. La capilla estaba llena de fieles, solo una pequeña parte de los que minutos antes llenaban la nave central catedralicia en su primera misa dominical. En el acto de bendición se leyó el pasaje de San Marcos donde se cuenta la escena. Lemos Montanet saludó a Manuel Vidal y se interesó por conocerle su obra artística.

«Es algo que no puedo expresar realmente, que haya sido acogido con tanto calor por la Iglesia y por tanta gente como hay aquí. Nunca me pude imaginar esto. Es una gran alegría. Pienso que hice más de lo que yo creía hacer», indicó emocionado el pintor, que siguió el acto de bendición muy discreto, confundido entre los asistentes.

El obispo estuvo didáctico en la misa mayor y muy cercano. Agradeció el trabajo de cuantos prepararon su llegada a Ourense y la brillante celebración de su ordenación y toma de posesión. Al acabar, se declaró «cheo de gozo e de moita paz. Rematei a primeira misa de calquera domingo na catedral e grazas a Deus teño o corazón cheo de esperanza».

Dice sentirse cómodo en Ourense «porque a xente tratoume moi ben e eu tamén lles abro o meu corazón». Después rezó una Salve en la iglesia de Santa María Nai, antes de visitar a los curas mayores en la Casa Sacerdotal y para la tarde, señaló que se iba a poner en chándal y dedicarse a sistematizar sus libros. «Sen os libros dame a sensación que a casa non ten vida», indicó. Bromeó con un seminarista al que le dijo si querían echarle una mano con los libros, «si no os sorprendéis de ver a un obispo en chándal». Acompañaron a Leonardo Lemos en su primera misa dominical sus padres y otros familiares que están con él en la ciudad desde el pasado sábado.

«En este cuadro mío hice más de lo que creía haber hecho»

Manuel Vidal