
Los hombres de Luisito reaccionaron a base de tesón en el segundo período, pero no pudieron impedir el definitivo 1-2.
21 oct 2012 . Actualizado a las 22:17 h.El Ourense perdió el balón en su enfrentamiento ante el Fuenlabrada y, sin el esférico en los pies, a los rojillos les tocó sufrir ante un conjunto madrileño muy sólido tanto en el repliegue como en la presión ante los centrocampistas de su anfitriones.
La labor sorda de los forasteros en la parcela ancha les concedía la posibilidad de crear un fútbol fluido en sus transiciones, aunque no lograban desboradar más allá de las acciones como la que forzó el primer gol, gracias a un envío envenenado de Rubén Ramos, que desvió Adrián Padrón en propia meta, despistando a Pato.
Dos exprimeras como Pachón y Antonio López hacían sufrir a los ourensanistas en su parcela, sobre todo el zurdo que abastecía con regularidad a sus compañeros. Aún así, los de Cosmin Contra tampoco eran demasiado incisivos y, Jona, en el único remate a puerta de los de casa, pudo igualar la contienda, en un remate que se encontró con la espectacular estirada de Basilio.
Tras el descanso, Luisito le dio entrada a Iván González, por Sanginés, pero el Fuenlabrada clavó otra estaca en el corazón de los ourensanos, cuando Diego cabeceó al fondo de las mallas otro perfecto envío de Antonio López, esta vez en un lance a balón parado.
Al Ourense le quedaba la épica y, con un fútbol más directo, logró encontrar a sus delanteros con mayor asiduidad que en los minutos anteriores. El gol de Borja Valle en pleno arreón rojillo volvió a meter a los de casa en el partido, pero al Fuenlabrada no le tembló el pulso y las ocasiones contabilizadas al propio goleador berciano, a Jona y a Iván González no terminaron por forzar la remontada y tan siquiera nivelar la balanza.