La policía entró en la casa de Reza para proceder a su derribo

Cándida Andaluz Corujo
Cándida Andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Decenas de vecinos acudieron a la zona para evitar el derribo. El abogado de la familia insiste en que el proyecto de demolición no tiene todos los permisos

10 jun 2015 . Actualizado a las 21:00 h.

Comenzó el derribo de Reza. Las máquinas de demolición escogieron para abrir boca la galería de cristal de una vivienda a la que le quedan pocas horas en pie. Los propietarios agotan las últimas posibilidades a su alcance. Esta mañana han llamado al Seprona (sección de la Guardia Civil encargada del Servicio de Protección de la Naturaleza) con la intención de que paralicen el derrumbe con la excusa de unos árboles pegados a la casa. La zona permanece acordonada por la Policía, que quiere evitar escenas como la de esta mañana.

A las nueve, efectivos policiales especiales entraron en la casa de la localidad ourensana de Reza para desalojar al cerca de un centenar de personas que se encontraban en su interior para poder iniciar los trabajos de derribo de la vivienda. Media hora más tarde llegaron al lugar las máquinas, que procederán a demoler la vivienda. Decenas de vecinos acudieron a la zona para evitar el derribo. Los gritos se centraron primero en la figura del alcalde de Ourense, Agustín Fernández, y de la abogada del Concello por dar la orden del derribo. Más tarde contra el vecino que denunció la vivienda, que según la Justicia carece de licencia.

Los vecinos que acudieron hasta la casa de Reza para evitar su derribo, una vez desalojados por los efectivos de la Policía Nacional, se desplazaron hasta el Concello, en donde se estaba celebrando el último pleno del mandato. Acompañados por algunos políticos y sindicalistas locales accedieron a la tribuna de invitados, desde donde empezaron a increpar al alcalde con gritos de «vergoña». Una vez que se retiró Agustín Fernández de la sala, los vecinos le recriminaron que no diera la cara, según informa Rubén Nóvoa, periodista de La Voz que se encontraba cubriendo el pleno. A su salida del Concello, los vecinos se concentraron en la Plaza Mayor para proseguir con sus protestas. Mientras, el regidor atendía a los medios para explicar que no se podía «matar al mensajero», que desde el gobierno locallo único que hacían era cumplir las sentencias judiciales firmes. Agustín Fernández dijo comprender el mal momento que debían estar atravesando en la familia afectada, pero el socialista pidió entendimiento porque no hacía más que cumplir órdenes. 

Sentencia de demolición

El Concello de Ourense, tras un nuevo requerimiento del juez para que se cumpla la sentencia de demolición de la casa de Rosa Alonso en Reza, ha acordado que sea este miércoles cuando se dé cumplimiento. Justo un año después de que un auto suspendiese la solicitud de la afectada para que se suspendiera el derribo y comunicase al Concello la obligación de realizarlo «sin más dilación». Ayer, el alcalde Agustín Fernández subrayó que continuaban con las actuaciones y que el Ayuntamiento se encontraba en fase de ejecución de la sentencia. Añadía, eso sí, entender que la familia buscase todos los recursos posibles para evitarlo. Hasta el lugar, además de la maquinaria necesaria, hoy se personarán de nuevo efectivos policiales para asegurar que los trabajos en la zona se lleven a cabo. El abogado de la familia afectada sigue asegurando que el proyecto de demolición no cuenta con todos los permisos.