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«El sueño de mi padre era tener su obra en un gran museo de arte ourensano»

Cándida Andaluz Corujo
Cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

antonio cortés

El hijo de Prego de Oliver afirma que su obsesión es que el trabajo de su progenitor sea conocido y reconocido

18 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres exposiciones en la ciudad recuperarán la obra de Prego de Oliver. Bajo el título Prego 100 anos, se presenta un proyecto que para su hijo, Manuel Prego de Oliver Gómez, es el inicio del sueño del pintor: dejar su legado en Ourense

-Usted es la cabeza visible de este proyecto.

-Siempre tuve cierta disposición a ayudar a mis padres, me parecía algo moralmente más que justificado. Primero porque me gustaba y segundo porque se sacrificaron por nosotros. Vivir de la pintura en esos años, con seis hijos, no era fácil. Y cuando murió mi padre me volqué en dar a su obra el valor que tiene. Una de las confesiones que me hizo antes de morir, cuado ya había expuesto en París, en toda España y Galicia, era su preocupación por dónde acabaría su trabajo. El sueño de mi padre era tener su obra en un gran museo de arte ourensano.

-¿Qué era lo que quería?

-Mi padre era un pintor, pero no un comerciante o un empresario. Procuró conservar las obras más importantes, las que pudo pintar con libertad, cuando ya tuvo independencia económica. Era de familia ourensana y aunque todos sus hermano nacieron aquí, fue el único que se quedó. Sabía que su vida era Galicia, Ourense, y que si no estaba aquí no era capaz de pintar. Quería que su obra estuviera en Ourense.

-¿En manos de quién está en la actualidad esa obra importante?

-Hay alguna en manos de particulares, pero la mayoría la repartimos entre mis hermanos. Tenía un estudio en el Paseo pero su sostenimiento era difícil. Su legado es importante. El único problema es que nosotros no conseguimos cumplir el sueño de mi padre. Tener su obra en un museo de Ourense

-Esta es una lucha constante.

-Es una de mis obsesiones, tras la confesión que mi padre me hizo. Su obra debe conocerse y reconocerse. Cuando hicimos las primeras exposiciones, tras su muerte, conseguimos mantener el eco que mi padre había conseguido en vida. Y pensábamos que había que ponerse a trabajar y dedicarnos a cuidar de la obra. Y yo lo asumí.

-Habla de un museo de artistas ourensanos.

-Empezamos a pensar que debíamos buscar la fórmula para que la obra de mi padre -conjuntamente con otros artistas importantes ourensanos, pintores, escultores- tuviera un espacio propio. Ourense tiene base para presumir. Pero de momento no es posible.

-¿Por qué?

-Pedí entrevistas con casi todos los alcaldes que hubo en la ciudad, tras la muerte de mi padre. En Ourense no tenemos mucho de qué presumir pero algunas cosas sí. Tenemos termas, vino y cultura y no lo utilizamos. ¿Por qué? Muchos manifiestan su admiración por la obra de mi padre, pero nunca se han dado pasos. Nosotros no pedimos que sea el protagonista sino que haya un museo con todos los artistas representados.

-¿Cuáles han sido las respuestas de los políticos?

- Es difícil de entender. A todos los alcaldes les he dicho que tenemos una obra importante. Hacer un museo hoy comprando la obra es impensable económicamente, pero me comprometo a hacer donaciones en deposito. Y otros se unirán. Para nosotros verla no expuesta a riesgos es importante.

-No solo eso. Da la sensación que mucha de su obra, sus murales, han desaparecido tras remodelaciones, obras...

- Lo que se ha hecho con el mural del Hotel Parque es muy importante. Pero, por ejemplo, no sabemos dónde está el que se encontraba en la aduana de Feces, un vez que se cerró. Y desconocemos dónde se encuentra uno que estaba en Madrid, en una empresa farmacéutica de un tío, que acabó siendo la comisaria de policía. Suponemos que los constructores los tiraron sin más.

«Hay generaciones de creadores que dejaron un gran legado al que hay que acceder»

La familia de Manuel Prego de Oliver está centrada ahora en el proyecto expositivo.

-Cuando se cierren las muestras, ¿que pasará con la obra?

-Una de las cosas importantes de este proyecto es la catalogación. Muchos particulares han dejado obra para exponer. Y muchos más nos llaman cada día. En noviembre editaremos un libro en el que se podrá ver ese legado.

-Hubo un tiempo en el que se pensó que el edificio del Banco de España podría ser el lugar para ubicar el museo de Ourense ¿Qué le parece?

-El Banco de España ya no puede ser, aunque no lo entendí nunca. Hay un promesa de Alberto Núñez Feijoo de hacerlo en San Francisco. Es un lugar privilegiado, pero no me parece el idóneo para un museo dinámico. Ahora mismo a mí me parece que la sede del gobierno militar, que está en venta, es el mejor lugar. Veo muchos turistas por la calle paseando, que desearían poder ver en un museo la obra de los artistas ourensanos. En A Coruña, Lugo, Vigo, Pontevedra y Ferrol tienen grandes museos de pintura gallega. ¿Por qué no en Ourense? Yo no voy a dejar de insistir hasta que pueda ser.

-¿Por qué?

-Un país necesita cultura. Los niños deben conocer el mundo de la creación ourensana. Es una necesidad vital. No estamos hablando solo de la obra de una persona, sino de generaciones de artistas que han dejado un legado que debe conocerse. Hay que pensar que, por ejemplo, en el caso de mi padre ya han pasado treinta años de su muerte. La comisaria de las exposiciones no había nacido cuando murió. Ella conoce su obra por su profesión, pero hay otras muchas personas a las que mostrarla. Yo espero que sea el momento definitivo para decir que debe hacerse un gran museo. Hay creadores, es justo y lo tienen más que ganado.