Una ourensana de 14 años, atrapada en Malta tras superar el covid: «Nadie nos hace caso»

Martina, una ourensana de 14 años, se marchó el pasado 2 de julio a Malta para mejorar su inglés. Sus padres habían contratado con una empresa de Vigo una estancia de veinte días, durante los cuales la menor iría a clases en un instituto, y así lo hizo durante una semana, hasta que se contagió de covid. «Cuando contratamos el viaje ya preguntamos qué pasaría si había algún positivo, y nos dijeron que tenían previsto un protocolo, pero está claro que no estaban preparados», cuenta ahora la madre de la menor, Raquel Elizechea, que lleva varios días en vilo porque su hija, que hace ya tiempo que superó el covid y ha cumplido los días de cuarentena, sigue sin poder salir del país. «Nos dijeron que podría salir este martes, pero le piden un certificado que da el estado maltés en el que se confirma que ha pasado la cuarentena y que está libre de covid, pero nadie se lo da y ya ha perdido el avión», explica la progenitora al borde de las lágrimas.

Raquel lleva ya mucho tiempo viendo sufrir a su hija, que pasó los primeros días del coronavirus encerrada sola en una habitación, sin contacto humano alguno o tan siquiera una televisión. «Le dejaban el termómetro en la puerta para que se mirara ella la fiebre», cuenta su madre, que se angustiaba cuando la niña la llamaba por teléfono y le contaba lo mal que se sentía.  A todo esto, se enteró de que su hija era positiva porque ella misma se lo dijo, y no porque alguien de la empresa con la que concertó el viaje se pusiera en contacto con ella. Tuvo, eso sí, la ayuda de la madre de una compañera de Martina, una pediatra que exploró a la niña a través de una videollamada y comprobó que la menor no necesitaba antibióticos.

Fueron pasando los días y la niña se recuperó, pero cada jornada había un cambio respecto a los días de cuarentena que debía pasar y en ese tiempo otros niños del campamento se fueron contagiando. En total, se quedaron en Malta cuatro menores y una monitora, que se disponían a viajar a España el pasado sábado, tras hacerse pruebas PCR en las que dieron negativo. A punto de subir al avión, y para sorpresa y disgusto de todos, la policía los detuvo porque dos de ellos, según les explicaron, no habían hecho la cuarentena. «A Martina le dijeron que ella sí podía salir, pero el domingo no había vuelo, así que había que esperar hasta el martes», cuenta su madre. Tampoco hoy ha podido ser debido a que no tiene ese certificado sanitario, que ya no saben a quién pedir. «Hemos llamado a la embajada, al consulado, a todas partes, y nadie nos hace caso. Mi hija también ha pasado la noche contactando con las autoridades sanitarias del país pero tampoco lo ha conseguido y está desesperada, todos los estamos», cuenta Raquel. El padre de la niña lleva ya varios días en Madrid a la espera de que su hija llegue en avión. «Ya no sabemos qué hacer; en el consulado nos han dicho que esto es cosa de la sanidad maltesa, pero la realidad es que mi hija este martes ha perdido el avión y sigue en un hotel, encerrada en una habitación y custodiada por la policía».

«Lo que nos está pasando es de locos», asegura esta madre ourensana, que ya no sabe a quién recurrir para poder recuperar a su hija. «Mamá, sácame de aquí», le dice ella cada vez que hablan.

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