Jimena Rey prepara en el pequeño obrador Toffee Glass alfajores y todo tipo de tartas personalizadas
15 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La uruguaya Jimena Rey es una enamorada de la repostería. «Me fascina desde que era una niña. Me encanta probar dulces, recrearlos y expresar mi creatividad en este terreno», explica. Hace 18 años se vino de Uruguay junto a su familia y en el 2014 por fin se lanzó a emprender su sueño. Montó una pequeña pastelería especializada en postres y dulces típicos de Río de la Plata. Se llama Toffee Glass y está situada en la rúa das Cuartas, en A Valenzá. «Todo empezó con una mezcla de afición y morriña por mi tierra. Quería traerme parte de su gastronomía a Ourense y me pareció que los alfajores podían ser una gran elección», cuenta. «Empecé cocinando para amigos y conocidos y luego la cosa fue creciendo hasta el punto de que ahora dedico la mayor parte de mis horas del día a Toffee Glass», añade. En su negocio hay tres grandes protagonistas. Los alfajores, que prepara de maicena o con chocolate con leche y blanco; las tartas personalizadas; y los bombones. «Las tortas son opciones muy bonitas pero lo que más me importa es que sean ricas, por eso me centro en que el bizcocho y el relleno estén deliciosos», explica Jimena. Las hace incluso con formas. Ha llegado a crear una tarta de Ferrari y otra con los personajes de Alicia en el país de las maravillas. «Somos expertos en chocolate, de hecho por Pascua realizamos unas preciosas esculturas de cacao, que siempre se agotan», admite esta entusiasta repostera uruguaya.
Ahora Toffee Glass cumple siete años y lo celebra en una época del año cargada de ilusión, alegría y, por supuesto, dulces. La estrella de la Navidad para Jimena son sus turrones artesanos. «Aunque me he pasado años formándome a través de cursos y talleres con grandísimos reposteros, me considero una persona muy autodidacta. Me encanta crear y probar cosas nuevas. Así nacieron los turrones, que hoy en día ya tienen un montón de novias», relata. Sin duda, son originales. Los preparan de licor café, de queimada, de algodón de azúcar y hasta de mojito. En esta época del año también tienen lo que llaman «chocotones»: «Son como panettones pero con muchísimo chocolate». Y todo ello, después de haber superado una pandemia. «Es una alegría haber sido capaces de surfear esa ola. Creemos que siempre es buen momento para repartir ilusión y aquí la gente puede venir a degustarla cuando quiera», termina.