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En A Valenzá hay una cueva especializada en carnes y comida casera

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Parte del equipo de A Cova do Savio
Parte del equipo de A Cova do Savio A la Última

Virginia Álvarez y Santiago Castro abrieron A Cova do Savio hace veinte años y son un referente gastronómico de Barbadás

16 ago 2023 . Actualizado a las 16:32 h.

Virginia Álvarez y Santiago Castro se conocieron hace 25 años y ese es el tiempo que llevan queriéndose. Ella, hija de emigrantes retornados, se vino a Ourense desde Venezuela en 1997. Lo hizo para quedarse. Él, natural de Barbadás de toda la vida, abrió ese mismo año un bar en A Valenzá junto a su familia. «Estaba justo debajo del piso que compraron mis padres cuando nos vinimos, así que yo lo frecuentaba mucho», recuerda Virginia. Entre café y café, con sus respectivas charlas, se enamoraron y un día Santiago decidió envalentonarse e invitarla al cine. «Le dije que sí, pero no llegamos a ir porque éramos muy pequeños. Desde entonces hasta hoy ya no nos hemos separado», cuenta la venezolana. Hace veinte años se casaron y al poco pusieron en marcha, en el espacio donde antes Santiago tenía un negocio familiar, el suyo propio. «Abrimos A Cova do Savio en el 2002. Ambos queríamos montar un restaurante y vimos que el momento», cuenta Virginia. El nombre del local lo escogieron rápido. El restaurante tiene un túnel para llegar al comedor que hace que parezca una cueva. Savio es la combinación de los nombres de sus dueños, por eso el suyo se escribe con uve.

«A Valenzá no era lo que es ahora y cuando cogimos este negocio todavía estaba empezando a construirse por esta zona, así que nos tocó trabajar mucho y sin descanso», recalca Virginia. Su estilo es la comida casera y tradicional, aunque poco a poco han ido incrementando platos que hacen que su carta sea para todo el mundo. «Tenemos elaboraciones muy carnívoras pero también veganas, vegetarianas y hasta opciones sin gluten», concreta la hostelera. Trabajan con menú del día y también a la carta. En su propuesta diaria suelen incluir ensaladas, comidas de cuchara, pescado fresco y también carne. Trabajamos mucho con el menú del día. La carta es mucho más amplia. Su especialidad es la carne a la piedra. «Tenemos entrecot, picaña y chuletón. Lo servimos sellado y con un hornillo para que los clientes se lo preparen a su gusto», dice Virginia. Acompañan de patatas fritas, ensalada y alguna salsa a escoger. «Solemos viajar mucho y traernos tapas de todas partes», añade. Por eso también ofrecen una versión de oreja a la plancha que conocieron en Toledo, una cazuela de langostinos que probaron en Asturias y croquetones de chuletón que vieron en el País Vasco. «Nuestro niño bonito es un pastel de patata laminada, lomo, calabacín a la brasa y rulo de cabra a la plancha con mermelada y Módena. Con él ganamos un concurso de pinchos y ya se quedó con nosotros», recuerda Virginia. «Nos costó muchísimo pensarlo y hacerlo y la verdad es que nos hizo muy felices y a la gente le encanta», recalca.

Uno de los platos estrella de A Cova do Savio
Uno de los platos estrella de A Cova do Savio A la Última

Por si fuera poco, en A Cova do Savio abren desde las ocho de la mañana, así que en A Valenzá este restaurante también es conocido por sus desayunos. «Tenemos para todos los gustos. Hacemos tostas de aguacate, cruasanes rellenos, tortilla y tortitas americanas, entre otros», cuenta la hostelera natural de Venezuela. «Al principio fue duro porque solo trabajábamos y trabajábamos sin parar pero luego todo mejoró. A Santi le encanta la hostelería y a mí me encanta la cocina así que cada verano, en nuestras vacaciones, pensamos cómo mejorar la carta», termina.