La madre del alumno ourensano que murió en su instituto al derrumbarse un muro: «Manuel quedou sen futuro, nós sen o seu sorriso»
OURENSE CIUDAD

La familia del adolescente que falleció en el IES Prieto Nespereira denuncia que nada ha cambiado desde hace un año y pide a las familias que velen por la seguridad de los centros educativos donde estudian sus hijos
26 oct 2023 . Actualizado a las 22:02 h.La familia del alumno que murió hace justo un año en el instituto Julio Prieto Nespereira de Ourense, al derrumbarse un tabique del vestuario del pabellón, ha publicado este jueves un mensaje en sus redes sociales en el que recuerda las trágicas circunstancias del fallecimiento y reclama seguridad para los estudiantes. María Miguélez, la madre del adolescente que perdió la vida, explica en su cuenta de Facebook que pretendía contratar una valla frente a otro centro educativo de Ourense en el que la empresa que construyó el muro del instituto en el que estudiaba su hijo está ejecutando obras de ampliación. Su intención, y así lo había acordado, era que se instalase a la misma hora que falleció, hace un año, cuando había terminado la clase de gimnasia y estaba con sus compañeros en el vestuario masculino del conocido como sexto instituto, en el barrio de O Vinteún.

«Hai un ano a esta mesma hora Manuel morría no seu instituto, ao que tiña que asistir obrigatoriamente, esmagado por un muro construído pola empresa que hoxe en día realiza as obras de ampliación no IES Xesús Ferro Couselo», explica. La madre asegura que contrató la valla frente a este centro educativo y la empresa propietaria se la reservó sin problema. Sin embargo, continúa, la firma rechazó seguir adelante con la instalación al ver el mensaje que quería publicitar. «Negáronse a realizar o traballo. Gustaríame que durante un tempo Manuel puidese mirar directamente ás persoas que provocaron esta desgraza. Pero non puido ser, supoño que o medo, a covardía e a maldade están detrás desta decisión», reprocha.
María quería dar visibilidad, frente al instituto en obras, a un mensaje acróstico creado a partir del nombre de su hijo fallecido, Manuel. Eran seis puntos, en los que incidía en que el chico había perdido la vida en un centro educativo público de un barrio periférico y obrero: «Nada cambiou, o mesmo conselleiro segue na súa cadeira e a consellería asinando contratos coa mesma empresa. Unha soa cousa non é igual, Manuel quedou sen futuro, nós sen o seu sorriso, sen a súa voz, sen esperanza e sen medo. Escoitade, familias, docentes, a seguridade do alumnado non lles importa, vixiade e controlade, xogámonos moito». Acaba pidiendo a los padres que luchen por la seguridad de sus hijos en los centros educativos: «Só nós podemos protexelos dos que toman as decisións que os matan».
Manuel tenía 15 años y estudiaba tercero de la ESO. Pertenecía a un club de natación, y había practicado triatlón, y era un amante de la música: estudiaba saxofón en la escuela municipal.