«Cuerda decía que había dos ciudades donde se le podía caer una cámara y encontraría un encuadre, una era París y la otra Ourense»
OURENSE CIUDAD
El arquitecto Fernando Martínez Lamas echa en falta más ambición en proyectos como la estación intermodal
07 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Al arquitecto Fernando Martínez Lamas (Ourense, 1958) le sucede como a la mayoría de sus colegas de profesión. Divide su trayectoria en dos, con la fecha del año 2008 como el momento en que la actividad se frena casi en seco. Licenciado en la Universidad de A Coruña, considerada como una de las más duras de España en aquella época, guarda especial cariño entre sus trabajos iniciales el de la reforma de la sede de la Confederación Empresarial de Ourense (CEO), ubicada en la Praza das Damas. «Fue uno de los primeros trabajos de rehabilitación en el casco histórico y es una de las obras que mayor satisfacción me ha dado», señala. Entre las actuaciones que tiene ahora en marcha destaca la reforma de un edificio de Vázquez Crespo en la calle Cardenal Quevedo o el de la esquina de Santo Domingo y la avenida Buenos Aires. «Se trata de un edificio complejo con dos inmuebles catalogados dentro del conjunto», explica.
Sin embargo, a Fernando Martínez Lamas más que hablar de su pegada en la ciudad, lo que le apasiona es conversar de Ourense y de cómo mejorar una ciudad que considera tiene un gran potencial. Para avalar su tesis recuerda una anécdota con el fallecido director de cine, José Luis Cuerda, durante una cena en su domicilio: «Era un enamorado de Ourense y nos dijo que solo había dos ciudades en el mundo donde se le podía caer una cámara y encontraría un encuadre, una era París y la otra Ourense. Entiendo que hay una gran calidad de vida, por su dimensión, y a pesar de que es una frase que puede tener sus detractores considero que es una buena ciudad para envejecer».
Además de arquitecto, Fernando Martínez Lamas es urbanista y se ha implicado en proyectos de ciudad como el de la estación intermodal de Ourense. El anteproyecto para hacer una estación de mercancías en San Cibrao das Viñas y liberar casi 100.000 metros cuadrados en el barrio de A Ponte lleva su firma. No esconde su desencanto social por el hecho de que Ourense dejara escapar la oportunidad de soterrar las vías de la alta velocidad y al comprobar como el proyecto de la estación del AVE ha ido perdiendo valor con el paso de los años. «Sería importante recuperar cierto nivel de ambición trasladando al polígono de San Cibrao das Viñas la estación de mercancías para ganar casi 100.000 metros cuadrados para uso dotacional de la ciudad», resume.
Carta a los Reyes Magos
El arquitecto ourensano sonríe cuando se da cuenta de que la conversación ha ido derivando hacia una especie de carta a los Reyes Magos para mejorar la ciudad. En su lista de peticiones, con la esperanza de que sea escuchada en foros de decisión política, no faltan proyectos como la integración de la universidad con el soterramiento de la avenida Otero Pedrayo, la recuperación de la margen izquierda del río Miño buscando una alternativa al vial existente o la mejora de la interconexión con infraestructuras de alta velocidad con las ciudades de Lugo y Ponferrada. «Son cosas que parece que han quedado en el olvido», subraya.
En sus preocupaciones por el futuro de Ourense, Fernando Martínez Lamas no puede dejar de citar la situación del casco histórico: «Necesitamos un nuevo PERI que plantee operaciones de cirugía para obtener espacios y usos públicos, y mantener en el mismo la diversidad de actividades que es lo que mantiene vivas este tipo de zonas en las ciudades». Y si se habla de estas materias no puede faltar el plan de urbanismo, ya que Ourense se rige por un documento del año 1986. «Es muy necesario un consenso político para fijar objetivos de necesidades para la ciudad y, a partir de ahí, obtener un planeamiento factible y gestionable», concluye.
El Pabellón CF, una pasión como jugador y ahora como directivo
A la hora de repasar la trayectoria vital de Fernando Martínez Lamas hay un apartado que no puede pasarse por alto. Se trata de su vinculación con el fútbol a través del Pabellón CF. Entró a jugar con trece años y ya nunca se desvinculó del todo de una entidad que maneja medio millar de chavales y que cuenta en la actualidad con 25 equipos. Para el arquitecto ourensano, como directivo de este conjunto de cantera que acaba de cumplir medio siglo de vida, su crecimiento ha sido un ejemplo de cómo deben hacerse las cosas en el deporte de formación. «Puede considerarse casi un milagro que una estructura deportiva de este tipo se haya mantenido en el tiempo en una ciudad como Ourense», resume.
Al margen del rendimiento de los equipos del Pabellón CF, Fernando Martínez Lamas pone en valor esa labor social de tener a una nutrida cantidad de chavales pasando su tiempo de ocio en los campos de fútbol, en lugar de en otras actividades menos saludables.
Su vinculación al Pabellón, recuerda, incluso se mantuvo en sus tiempos universitarios en A Coruña, a pesar de la dureza de esos estudios universitarios. «Había asignaturas con un grado del 2 % de aprobados», señala el arquitecto ourensano.