Archivan de forma definitiva el caso contra los policías gemelos acusados de matar a un compañero en la comisaría de Ourense
OURENSE CIUDAD

Los magistrados de la Audiencia Provincial ven un solo indicio de que la muerte del agente pudiera haber sido un crimen y no encuentran motivos para juzgar a los sospechosos
29 ene 2024 . Actualizado a las 14:43 h.Los jueces no ven pruebas de que dos policías que son hermanos gemelos y que desempeñaban su trabajo en la comisaría de Ourense hubiesen tenido participación en la muerte de un compañero. Ocho años después del suceso y tras seis como investigados, la Audiencia Provincial ordena el archivo del que ha sido uno de los casos más controvertidos que se han investigado en la provincia en los últimos años.
A pesar de que la magistrada del Juzgado de Instrucción 3 de la capital veía pruebas para relacionar a Bernardo y Roi Deprado Lahoz con la muerte de otro agente, los togados de la Audiencia las reducen a un solo indicio y entienden que no es suficiente para sentar a los sospechosos en el banquillo.
Así lo indica el auto, que ha sido notificado a las partes este mismo lunes. En esa resolución los togados entienden que solo hay un indicio que sostenga que la muerte de Celso Blanco Álvarez hubiera sido violenta ejecutada por un tercero y no un suicidio como han sostenido varios informes. Es, en concreto, que el arma que apareció junto al cadáver de Celso, en un despacho de la comisaría que estaba cerrado por dentro, tuviera abierta la corredera. Los jueces creen que se trata de un detalle «ciertamente controvertido» ya que hay informes periciales que llegan a distintas conclusiones, pero incluso en el caso de que se pudiera probar que la muerte del agente fue obra de un tercero, los jueces entienden que no hay base para dirigir las sospechas a los gemelos. «No encontramos un cuerpo indiciario con la suficiencia necesaria para que podamos señalar a los hermanos», dice el auto, que hace suyos los argumentos presentados tanto por la defensa de los investigados como por la propia Fiscalía de Ourense, que casi desde el primer momento había pedido el archivo del caso, por considerar lo ocurrido un suicidio.

«No se han presentado indicios de ninguna clase sobre su participación en el robo de las armas», afirman los jueces en relación a la desaparición de varias pistolas del búnker de la comisaría, que también se atribuía a los investigados y que, por ende, se relacionaba con la muerte de Celso, ya que la bala que lo mató salió de uno de esos revólveres. «El conocimiento que pudieran tener de este hecho no puede identificarse con su autoría», estiman sobre ese extremo. «Tampoco hay prueba alguna del supuesto móvil, pues no hay indicios de que tuvieran miedo a una manifestación inculpatoria de Celso en el robo de las armas y la confección de los anónimos que extendiera la responsabilidad sobre su persona», insisten los togados, en una resolución de la que ha sido ponente el presidente de la Audiencia, Antonio Piña Alonso.

No ven tampoco pruebas de que los gemelos hubieran estado en la comisaría la tarde de la muerte del agente, ni conceden valor al papel con pólvora que apareció en el despacho de los gemelos. «Se trata de otro indicio que admite diversas interpretaciones y muy poca objetivación», asegura la resolución, que uno por uno va desmontando todos los argumentos del auto de la instructora, Eva Armesto, dictado en mayo del 2023. Los togados, en definitiva, entienden que el caso debe cerrarse en este momento, sin llegar a juicio, porque no se aprecia «cuerpo indiciario» para acusar a los gemelos del robo de armas y del asesinato de su compañero.
Así las cosas, ordenan archivar la causa, en una decisión sobre la que no cabe recurso. Punto y final al caso.