Reabre la parrillada Don Pablo de O Couto con una carta protagonizada por los cortes de carne madurada

OURENSE CIUDAD

El empresario ourensano Juan Atrio recupera el clásico mesón en la calle Francisco Llorens
15 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En el barrio de O Couto están de celebración y es que recuperan uno de sus restaurantes más clásicos. Se trata de la parrillada Don Pablo, en calle Francisco Llorens. El mítico local, con más de dos décadas de historia en Ourense y conocido por sus abundantes churrascos, cerró tras la pandemia. Desde entonces el bajo permaneció inactivo hasta ahora, que lo ha vuelto a poner en marcha el empresario Juan Atrio. «Llevaba un tiempo buscando un bajo para montar un restaurante y de pronto me surgió la oportunidad de coger el Don Pablo y no me lo pensé dos veces», asegura. Este ourensano, con quince años de experiencia en el sector de la hostelería, tenía muy claro su objetivo. «Quería apostar por la carne de calidad», dice. En la nueva parrillada Don Pablo, además de seguir haciendo un churrasco como el de toda la vida, amplían su carta con una enorme oferta de cortes de vaca madurada a la brasa. Hacen chuletones, picaña, entraña, tomahawk, t-bone y entrecots.
Don Pablo no solo es la mejor opción para los carnívoros, también piensan en todos aquellos que no comen carne. «Tenemos varias opciones veganas como parrillada de verduras, hortalizas en tempura, alcachofas a la brasa...», admite. El local, que abrió sus puertas de nuevo este jueves, está ahora dividido en dos espacios: una zona de tapas y otra como restaurante. «Queremos llegar a todos los públicos así que la carta es amplia y variada. Triunfa nuestra oreja crujiente, el pulpo á feira y el cocido gallego», asegura Juan. No faltan los callos ni las ensaladas. «Tratamos de fusionar gastronomía tradicional con alguna que otra opción moderna», apunta.
El renovado Don Pablo ahora cuenta con su propia zona de charcutería. «Allí preparamos nuestras tablas de ibéricos, donde no falta la cecina de vaca; las de quesos y también tenemos conservas», afirma. Los postres son caseros y van variando según el día y la temporada. «Hacemos tarta de queso, tiramisú, cañas fritas y no falta el queso de Amalia con membrillo», asegura el hostelero.
«Queremos que el barrio sienta que esta es su casa y que venga gente de todas partes, que será bienvenida», afirma Juan Atrio. «Este es un restaurante de calidad en el que priman la parrilla y las carnes», concluye.