Pierde una pulsera valorada en 10.000 euros en el vestuario de una piscina de Ourense y reclama que se la devuelvan «sin importar quién fuera»
OURENSE CIUDAD

La joya desapareció esta semana en un vestuario del pabellón de Os Remedios
24 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La pérdida o el olvido de objetos en los vestuarios y otras dependencias del pabellón municipal de Os Remedios, de Ourense, es relativamente frecuente, pero no suele trascender más allá de las preguntas de la persona perjudicada para saber si algún trabajador o usuario ha recogido y guardado el enser en cuestión. Esta semana, en cambio, la desaparición de una joya en el vestuario femenino de la piscina Rosario Dueñas suscitó la reacción de la disgustada propietaria, tratando de recuperar la alhaja —una fina pulsera— a través de un cartel en el que advierte de las consecuencias de no devolverla.
«Importante. La persona que haya encontrado esta pulsera debe entregarla en esta instalación o en cualquiera comisaría, sin importar quién fuera, ya que tiene un número de serie; está tramitada la denuncia por lo que se considera un robo, dada la característica de dicha pulsera no se puede hacer nada con ella (vender, traspasar...)», reza el cartel que se puede ver en la puerta de entrada del pabellón y en la del vestuario de la piscina de 50 metros. El texto va acompañado de una imagen que reproduce la pulsera en cuestión, cuyo posible alto coste suscitó especulaciones. La denunciante, por su parte, la valoró en diez mil euros.
No está muy claro cómo ocurrió. El martes, la usuaria estaba en el vestuario femenino y, al parecer, fue advertida por alguna joven de que se había dejado la pulsera en la zona de duchas. La puso en el banco del vestuario y, cuando volvió a mirar, ya no estaba. El disgusto fue grande y, tras no encontrarla, al día siguiente la usuaria pidió colocar los carteles para intentar recuperar la pieza por las buenas, «sin importar quién fuera». Conseguir dinero de la venta de un bien ajeno, que además está identificado, podría ser delito.
Aunque el sentido común dice que no hay que llevar objetos valiosos o cantidades de dinero a recintos tan transitados, el ajetreo cotidiano a veces nos hace olvidar precauciones básicas.