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Las familias piden a la Xunta que asuma la gestión de la escuela infantil A Casiña, en As Lagoas, para no dejar al barrio sin servicio

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Un momento de la protesta de este jueves
Un momento de la protesta de este jueves

Padres, madres y abuelos se concentraron frente a la instalación de Cáritas, que dejará de funcionar al finalizar este curso

22 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La comunicación de la Xunta asegurando que ninguno de los niños que acuden a la escuela infantil A Casiña quedará sin plaza para el próximo curso no ha convencido a las familias. Desde la Administración autonómica se salía al paso del malestar generado entre los usuarios de esta instalación ubicada en el barrio de As Lagoas de Ourense por la decisión de Cáritas de cerrarla. La Xunta argumenta que todos podrán ser escolarizados en otros centros de la ciudad ya que existen plazas suficientes para asumir a los niños que están acudiendo a esta escuela. A Casiña cuenta con 41 plazas y actualmente hay 36 pequeños atendidos, la gran mayoría del propio barrio de As Lagoas. «A maioría dos que traemos aos nenos somos avós e agora quédanos tirar polo carro para levalos a dous kilómetros de aquí. Á nosa quitáronlle praza na Miragrosa», comentaba Toña, una de las personas que se sumó a la concentración de protesta organizada este jueves por las familias afectadas. Rosa María, que también tiene un nieto en este centro, recalca que el tema no es si existen plazas en otros lugares de la ciudad sino que «todo este barrio, que es muy populoso, se queda sin guardería». «Si hay que llevarlos a A Valenzá o a la otra esquina de la ciudad, tendremos los abuelos que comprar sillas para los coches y los padres que tienen dos niños y uno ya le va al colegio aquí cerca, se le complica aún más la organización para llevar al otro», señala. «Algúns foron incluso ata A Valenzá, no municipio de Barbadás», contaba otro de los participantes en la protesta que las familias aseguran que van a seguir intentando revertir la situación. De hecho, piden a la Xunta que asuma la gestión del servicio en el mismo espacio que está llegando a un acuerdo con Cáritas.

Las familias dicen que seguirán luchando por mantener el servicio en el barrio
Las familias dicen que seguirán luchando por mantener el servicio en el barrio

El cierre ha desatado también las especulaciones sobre el destino que Cáritas dará a la pequeña construcción. «Xa se vía que algo estaba pasando porque esta guardería antes estaba aberta dende as sete da mañá as oito da tarde. Hoxe hai sete persoas en plantilla e abre as oito da mañá e pecha ás cinco da tarde coma se aquí só fóramos funcionarios. Queren que esto se funda e eles saberán por qué e o que queren poñer aquí. Será algo para os abueliños, como un centro de día, que lle dá máis cartos; ou o comedor social que parece ser que onde está agora molesta porque hai moitas oficinas e vailles mal ver á xente alí facendo cola», especulaba otra de los asistentes.