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Los vecinos invisibles del puente romano de Ourense

Cándida Andaluz Corujo
C. Andaluz OURENSE

OURENSE CIUDAD

Huecos donde anidan los vencejos en el puente romano de Ourense
Huecos donde anidan los vencejos en el puente romano de Ourense MIGUEL VILLAR

Vencejos y murciélagos crían y habitan entre las grietas y huecos del monumento

07 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Son unos vecinos más de la ciudad, aunque a veces pasen desapercibidos. En árboles o en recovecos de algunas construcciones encuentran su refugio e incluso dan vida y alimentan a sus crías. Los vencejos son una parte integral del ecosistema de Ourense.

En Galicia, y especialmente en Ourense, suelen aparecer en primavera y verano, aprovechando los cielos abiertos de las zonas rurales y urbanas para cazar insectos, que constituyen la mayor parte de su dieta. Su estancia -vienen desde África- ayuda, por lo tanto, a controlar la presencia de estos animales en la ciudad.

En este sentido, la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) acaba de alertar de lo dañino que resultarían ahora las obras previstas por la Xunta para retirar la vegetación del puente romano. En este emblema de la ciudad crían y habitan colonias de vencejos y murciélagos. El problema no reside en los necesarios trabajo de limpieza, sino en la época del año en la que están previstos. La autorización solicitada desde la Xunta apunta al mes de junio. «Levamos tempo pedindo que se teña en conta a fauna á hora de realizar os traballos de mantemento necesarios neste tipo de construcións. No caso dos cirros comúns (vencejos) é doado. Chegan a principios de abril e permanecen ata mediados de agosto», explica. Todo el ciclo vital de este ave se puede desarrollar en vuelo, excepto la nidificación. Por eso puede ocurrir que los que llegan cada año se desplacen a otros lugares o que no logren alimentar a las crías ante la presencia de seres humanos trabajando en el puente. Incluso, puede darse el caso de que las obras acaben taponando o empalando a las aves que se encuentren en los nidos. Por este motivo, para la SGHN lo idóneo sería acometer estas obras entre los meses de septiembre y marzo. 

«En moitos casos o patrimonio cultural tamén é natural, porque serve de refuxio de especies, algunhas amenazas, máis fauna que flora. En moitas edificacións ou pontes antigas é habitual que haxa colonias de cirrios ou morcegos ou que outras especies as empreguen para nidificar. Por exemplo, no interior da catedral de Santiago, nos patios, hai varios niños de avión roquero (especie de golondrina de mayor tamaño)», relata Serafín González, de la SGHN.

 «A Ponte Vella non sería o mesmo sen as súas colonias de cirrios»

Los vencejos necesitan alrededor de 20 o 25 centímetros de hueco para poder anidar. «Se hai algunha greta que por necesidades estructurais hai que selar, deberíase facilitar un refuxio alternativo a estas especies. A Ponte Vella non sería o mesmo sen as súas colonias de cirrios», añade.

Precisamente, la Sociedad Española de Ornitología señala que entre las principales amenazas que han provocado el empeoramiento de las poblaciones reproductoras de vencejo común se encuentra la pérdida de lugares de nidificación. «Tanto los derribos y destrucción de huecos, las dificultades que ofrecen las nuevas edificaciones, su fidelidad a los lugares seleccionados, así como la permisividad de licencia de obras durante la época de cría implican una dificultad para la nidificación y provoca la destrucción de colonias enteras», señalan.

Una de las propuestas que incluye la Sociedade Galega de Historia Natural es que en las intervenciones que se acometan en todos los monumentos artísticos se tenga en cuenta la fauna y, por defecto, que la Consellería de Medio Ambiente participe en el proceso. «Recomendariamos que en todos os casos onde haxa un edificio antigo no que se proceda a unha reforma da cuberta ou modificación na fachada, se avaliase previamente que é o que hai desde o punto de vista faunístico e actuar para evitar danos», apuntan desde la SGHN.

En el caso de los murciélagos, que también habitan en el interior del Puente Romano, los estudios han sido menores. En el año 2016, cuando se llevaron a cabo otros trabajos de mejora, se constató la presencia de una colonia en una antigua tubería, que fue desmontada. En aquella ocasión, se colocaron cajas de nidificación en diferentes puntos de la ciudad, como alternativa.