Hace por lo menos cinco años discutí con un amigo de Osuna sobre qué ciudad, Ourense o Sevilla, era la más calurosa de España. Me afané y me agarré a los datos, adjuntando piezas de informativos y todo, para demostrar que ganaba, que tenía razón, que Ourense es un horno que asa a más de cuarenta grados en distintos momentos de la temporada estival. No hace falta que lo digan, desperdicio energía en batallas un poco raras. Puede que sea de las pocas cosas en las que ganamos seguro, batimos récords y seguimos sumando grados año a año. Pero lo cierto es que la provincia está llena de opciones maravillas a pesar de estos datos. Y hoy vengo aquí a defenderla de todos aquellos que llevan días llamándola infierno en Instagram, Twitter o en el bar de la esquina. Porque en esta época del año tiene lugar una de mis citas culturales favoritas. Es en Ribadavia y, por supuesto, es la MIT. La mostra arranca mañana con una de las propuestas internacionales que protagonizan la edición, una versión de Hamlet de la compañía peruana La Plaza. Tenemos por delante diez días llenos de artes escénicas, de espectáculos que van desde el clásico a la forma más contemporánea de entender el teatro, y algunos de ellos podemos disfrutarlos desde uno de los lugares más mágicos de la provincia: el Castelo de Ribadavia. Sé que comparto entusiasmo con muchos, pero me gustaría dirigirme a los que no la conocen. La MIT es una apuesta segura por el arte, capaz, incluso, de dejarnos helados con este calor. Este año vienen obras como Las Aves y a las tablas se subirán artistas como Marta Nieto o la tanxungueira Aida Tarrío. Hacedme caso, porque a las malas, es más interesante sudar en la mostra que hacerlo en casa.