La mala cosecha de castaña no afecta a la producción de «marrón glacé» por ahora
SAN CIBRAO DAS VIÑAS

Este selecto producto se elabora con castaña congelada y las fábricas ourensanas que lo elaboran tienen almacenaje suficiente
20 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La mala cosecha de castaña que esta temporada está viviendo Galicia no afectará, al menos de momento, a la producción del marron glacé. Ese selecto producto que solo se elabora en dos fábricas españolas, ambas en Ourense, tiene por ahora garantizada su llegada a los consumidores de todo el mundo a pesar de la escasez de materia prima que se está recogiendo en los campos gallegos, y de su baja calidad. «La producción de este año está garantizada porque nosotros la elaboramos con castaña congelada, y a día de hoy tenemos almacenaje suficiente», confirmaba ayer mismo José Posada, gerente de la firma Posada Marrón Glacé, con sede en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas.
Con todo, no descarta el empresario que en los próximos meses sí puedan surgir algunos problemas para la elaboración de la castaña glaseada, debido a la complicada situación que se está viviendo en estos momentos. «Hasta ahora la campaña ha sido un perfecto desastre, con producto de tamaño muy pequeño y en muchos casos estropeado; ha habido casos en los que hemos tenido que hacer devoluciones», explica. Asegura que, debido a la intensa sequía de los últimos meses, las primeras castañas que llegaron «no valen para nada». «No obstante, con las lluvias que estamos empezando a tener, confiamos en llegue la castaña tardía, que esperamos sea de mejor calidad y nos garantice poder utilizarla para fabricar el marrón glacé del año que viene», añade.
Demanda exterior
El 80 % del producto que fabrican en esta empresa ourensana se vende fuera de España, principalmente a Japón, mercado que absorbe el 70 %. Además, el marrón glacé se exporta a Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, Portugal, Argentina o Brasil.
En fábricas como la de Posada el momento álgido de trabajo llega en los meses de otoño, con la temporada de recogida de castaña, que en su caso se compra exclusivamente a proveedores gallegos y del norte de Portugal. En ese tiempo se amplía el número de empleados para procesar centenares de kilos de castaña que, tras ser peladas al vapor, se almacenan congeladas.
La mala cosecha está alterando, este año, esas rutinas.