«Estaba en el sofá y me di cuenta enseguida de que era un terremoto»

sindo martínez XINZO / LA VOZ

SARREAUS

Santi M. Amil

Un seísmo registrado en Sarreaus el domingo sacó a la calle a decenas de vecinos en plena noche

16 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Susto para culminar un largo fin de semana festivo en el valle de Monterrei. Un movimiento de tierra en un punto no considerado de riesgo sísmico por las autoridades alarmó a decenas de vecinos de los municipios de Laza y Sarreaus de otros ayuntamientos de la zona el pasado domingo por la noche. A diferencia de lo sucedido hace unos meses, cuando un leve movimiento apenas fue percibido, esta vez el tintineo de lámparas y cristales amedrentó a numerosos vecinos. El Instituto Geográfico Nacional captó una sacudida de 3,3 de magnitud con epicentro en Sarreaus, a 12 kilómetros de profundidad. Calificada como débil, no tuvo réplicas.

Un vecino de Laza aseguraba ayer que la gente salió a la calle pasadas las once de la noche. «Se oyó como una explosión y temblaron las paredes», relataba el septuagenario. Lo corroboraba el regidor, José Ramón Barreal: «Sí es cierto que hubo alarma generalizada en la propia villa de Laza y en pueblos como Souteliño Verde o en Matamá. Fueron solo unos segundos pero se escuchó un sonido fuerte, como un estallido. Duró muy pocos segundos, pero fueron bastantes los que salieron al exterior de sus casas por precaución».

Minutos de confusión

Tras el sobresalto inicial y los comentarios en la calle de gente asustada, todo concluyó unos minutos después. «Algunas personas se quedaron intercambiando impresiones en la calle. Hubo quien sospechó que le había estado la caldera de su casa -comentaba Barreal-. Otro lugareño decía que si había estallado alguna bomba. Hubo confusión durante algunos minutos, pero pronto se tranquilizó todo».

El presidente de la corporación matizaba que no se ha detectado ningún tipo de daño en edificaciones. «No hubo desperfectos, ni grietas en paredes ni cristales rotos. Desde Protección Civil nos confirmaron que no se habían producidos desperfectos materiales ni hubo heridos», resaltaba.

Pero no solo en Laza sintieron el temblor. José Ramón Feijoo vive en Verín, a escasos metros del hospital comarcal, y también lo vivió en su primera persona. «Estaba en el sofá a las once de la noche y me di cuenta de que algo no iba bien. Me di cuenta enseguida de que era un terremoto», relataba. Aseguraba no tener un miedo especial a este tipo de fenómenos, que se han repetido en los últimos años en la comarca, aunque con escasa intensidad. «Fueron tres segundos muy largos en los que se oyó como un ruido fuerte y la sensación de que algo se movía. Como acabó enseguida no le di mayor importancia. De hecho, algunas personas de mi familia ni lo notaron», aseguraba. Decía que a lo largo del día ayer eran muchos los vecinos de Verín que comentaban su experiencia durante el seísmo. «Alguna persona se asustó aquí, pero fue peor en Castrelo do Val y en Laza, según me afirmaron algunos conocidos de esa zona», apuntaba.

Las palabras de Feijoo fueron refrendadas por el regidor de Castrelo, Vicente Gómez. «Me di cuenta de que lo que era enseguida, pero fueron muy pocos instantes», señalaba. Aseguraba que muchos vecinos también lo percibieron y algunos se asustaron. «Hubo quien pensó que había algún tipo de estruendo o explosión, pero no fue a mayores. Aquí nadie salió a la calle por miedo», indicaba.

Se da la circunstancia de que el Val de Monterrei ha sido el epicentro de movimientos telúricos -en este caso de 3,3 grados- en dos ocasiones en escasos meses; pero no está considerado punto de alto riesgo sísmico por el Gobierno. «Si esto sigue así, igual habrá que replantearse lo de lugar de riesgo», avanzaba el regidor de Laza.