El acusado del crimen del CHUO rehúsa declarar por «non facelo mal»

SINDO MARTÍNEZ VERÍN / LA VOZ

VERÍN

miguel villar

«¡Ojalá te pudras en la cárcel!», increparon familiares de Isabel Fuentes increparon a Aniceto Rodríguez

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aniceto Rodríguez, de 77 años, marido la mujer asesinada en el CHUO en mayo del pasado año y presunto autor de las cuchilladas que acabaron con su vida, se negó ayer a declarar ante la jueza de Verín. El imputado se acogió a su derecho y no dio explicación alguna en esta comparecencia, en la que formalmente se le notifica en persona su condición de procesado por un delito de asesinato y otro de asesinato en grado de tentativa. Este trámite cierra oficialmente la instrucción y abre el camino para que las partes personadas presenten sus escritos de acusación y de defensa. Ni el fiscal ni representación alguna de la Xunta, personada como acusación popular, se desplazaron a Verín.

Rodríguez fue increpado a la entrada del juzgado por los familiares de Isabel Fuentes, que le recibieron entre gritos de «asesino», «cobarde» y «verdugo», y con frases como «púdrete en la cárcel» o «¡cómo nos tenías engañados!». El hombre se acogió a su derecho a no declarar «para non facelo mal», según interpretó la abogada de la familia, Beatriz Seijo, que ejerce la acusación particular.

Rodríguez permaneció poco más de media hora en el edificio. El acto de comunicación del auto judicial y la indagatoria duraron escasos minutos.

El acusado -que fue trasladado desde la cárcel en ambulancia- camina con dificultad y fue ayudado por dos agentes de la Guardia Civil. Evidentes las secuelas de la pérdida de movilidad en su brazo derecho por el accidente vascular que padeció el pasado año, ayer estaba aparentemente lúcido a la entrada y a la salida del juzgado. Rodríguez evitó desviar la mirada, o contestar a las increpaciones de sus primos políticos, manteniendo una actitud calmada, pese a la enorme tensión de la situación, sobre todo cuando abandonó el juzgado y los familiares de Isabel le insultaron a poco más de un metro de distancia.

Seijo consideró que esa expresión es la mejor prueba de que Aniceto Rodríguez -tal y como afirmaron en su día varios peritos- se encuentra en plenitud de sus facultades mentales y no es inimputable, pese a las consecuencias físicas del ictus que sufrió poco después de acabar, supuestamente, con la vida de su mujer. «La apostilla de que no declara para no hacerlo mal da a entender que el acusado comprende perfectamente lo que está haciendo», manifestó la abogada. La letrada también ratificó que la familia presentó un contencioso contra la decisión del Consejo General Judicial de no abrir expediente sancionador contra Victoria Fernández Viforcos, la jueza que no decretó medidas cautelares contra Aniceto Rodríguez pese a las sospechas de la Guardia Civil sobre su autoría en la primera agresión en Pazos.

La primera instructora del caso, Fernández Viforcos, dejó hace meses el asunto una vez que obtuvo el traslado a un juzgado de Ponferrada. La abogada de la familia de la víctima, Beatriz Seijo, insistió en que considera «evidente» que procede una sanción contra esta jueza por su actuación en el caso.

Por su parte, el letrado defensor de Aniceto Rodríguez, Jorge Temes, se limitó a confirmar que su cliente no había declarado y que esperaba el próximo señalamiento del juicio en contra su patrocinado.