José Carlos González, docente del colegio Princesa de España de Verín, fue propuesto como mejor profesor del país este año
24 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Llegó a la docencia tras dar clases particulares y comprobar que tenía estrategias y recursos suficientes para explicar y adaptarse a cada alumno de forma sencilla. José Carlos González Fernández nació en Ginebra (Suiza), en 1977, y su nivel de francés es bilingüe. Además, cuenta con la titulación superior de piano del conservatorio. Cuando se enfrentó a la decisión de qué estudiar en la universidad se decantó por Educación. Este año fue uno de los nominados a mejor docente de España, dentro de los premios Educa que promueve la entidad financiera Abanca, en la categoría de Primaria.
-¿Quién propone a los profesores que pueden optar al premio?
-Son los padres los que pueden presentar tu trabajo, o por lo menos así fue en mi caso. Después te mandan un cuestionario para cumplimentar con tus métodos y experiencias en el aula. Hay un jurado que se encarga de seleccionar a los nominados y este año he sido el único de la provincia de Ourense, lo que me parece importante para darle visibilidad al centro en el que imparto clases. En Galicia salimos elegidos un total de once profesores.
-¿Qué cree que llamó la atención a los padres de sus alumnos para presentarlo como candidato?
-Supongo que fue mi metodología. Intento que la clase sea dinámica, cooperativa e inclusiva. Y que los niños estén contentos y vengan con ganas al colegio cada día.
-¿Cómo trabaja la inclusión?
-Los agrupo de cuatro en cuatro e intento que cada uno de ellos tenga un rol. Uno se encarga de coordinar las actividades, otro del material y supervisar que los ejercicios estén terminados, otro de que no hablen alto... Se trata de que se organicen entre ellos y que mi figura sea simplemente la de supervisar y proponer las actividades. Lo importante, yo creo, es fomentar la responsabilidad y autonomía de cada uno de ellos. El sistema educativo está planteado para trabajar la mayor parte del tiempo de forma individual y yo pretendo conseguir todo lo contrario. Creo que es en lo que más hay que avanzar. Es una metodología que lleva funcionando muchos años en diferentes lugares, lo que pasa que cuesta mucho cambiar el método magistral del profesor en el encerado y los estudiantes escuchando callados.
-Pasar de ser sujetos pasivos a sujetos activos.
-Nosotros mismos, los profesores, no somos capaces de aprovechar todas las opciones que ofrecen los dispositivos como las pizarras digitales que son táctiles. Solemos usarlas como proyector para ver alguna película, pero nos olvidamos de que también sirven para hacer juegos o actividades motivadoras. No se prepara a los docentes para que aprovechen todas las opciones que están a su alcance para hacer más atractivo aprender.
-¿Cuáles son las deficiencias más importantes del sistema educativo actual para usted?
-Pues una de ellas es que se trabaja mucho la expresión escrita y la memoria, pero falta la expresión oral, la participación y la comprensión lectora. Nuestro trabajo no consiste solo en explicar y aprobarlos o suspenderlos en base a lo que han conseguido retener en sus memorias. También tenemos que hacerlos sentir cómodos para que se expresen delante de los demás y fomentar la inclusión. Y más hoy en día, que la diversidad entre pupitres es cada vez mayor. Con mi dinámica de grupos son los propios alumnos los que se ayudan entre ellos. Si alguno no entiende o no recuerda algo, se lo pregunta a otro compañero del grupo y lo hace con mucha más confianza porque lo ve como un igual. Las estadísticas y los resultados de varios informes demuestran que tenemos un sistema de enseñanza bastante obsoleto y urge modificarlo.
«Creo que hace falta educar a toda la sociedad, no solamente a los estudiantes»
José Carlos González define el sistema educativo como «obsoleto» e intenta desligarse de un método antiguo basado únicamente en el aprendizaje por repetición y los libros como algo imprescindible.
-¿Qué opina de los exámenes?
-Yo opino que deberían desaparecer, sobre todo en Primaria que es en donde más experiencia tengo. Y tampoco puede ser que un niño de primero o de segundo tenga un libro para cada materia en los que lo más estimulante son las fotografías. Menos aún con la cantidad de recursos que hay en Internet. No sería bueno cambiarlo todo a la vez y de golpe, pero sí que cada año fuésemos avanzando en esta línea. Porque luego esos alumnos llegan a la universidad y no son capaces de exponer un trabajo ante más personas. Les falla la expresión porque no están acostumbrados a hablar en público. En este sentido la Lomce establece que una lengua, tanto la gallega como la española o la inglesa, se trabaje por escrito y oralmente. Lo que pasa es que el número de horas y alumnos que tenemos hace que a veces también nos veamos desbordados y que optemos por la opción más sencilla, aunque sepamos que no es la mejor.
-Pero Internet también tiene sus riesgos. ¿Es necesario educar a los padres para un buen uso de la red?
-Es bueno que los niños tengan acceso a Internet en diferentes dispositivos, pero es importantísimo que los padres controlen qué ven, cuándo lo ven y durante cuánto tiempo. Incluso los videojuegos pueden ayudar mucho si van acorde a la edad del menor. Pero tiene que haber un control que ya no corresponde a los profesores, sino a la familia. En este sentido, hace falta educar a toda la sociedad, no solo a los estudiantes.