Una nutria se pasea por las riberas del río Támega

SINDO MARTÍNEZ VERÍN / LA VOZ

VERÍN

CEDIDA

El animal fue visto a escasa distancia del centro de Verín, algo que no sucedía desde el año 2003

08 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vecino localizó a un nutria en las cercanías del cauce fluvial del Támega, muy cerca del casco urbano de Verín. El hombre, que pidió el anonimato, expuso que es muy raro que este tipo de especie pueda ser contemplada a pleno día. «La vi en la ribera. Estaba muy cerca de un par de cigüeñas. Era un ejemplar que caminaba solo», comentó. Normalmente, este mamífero sale de su madriguera al anochecer para cazar y se refugia en su guarida a lo largo del día.

La última vez que se pudo contemplar uno de estos animales en las cercanías del centro verinense fue en 2003. La presencia de esta especie en la ribera del Támega es constatable desde hace décadas, aunque no hay un censo oficial que defina el número aproximado de ejemplares que puedan vivir en este río, el único de la provincia que es afluente del Duero. La presencia de la nutria confirma, pese a la creciente mal estado de las aguas, la riqueza del ecosistema del río que baña la comarca de Verín y que cruza parte del territorio del norte de Portugal a lo largo de 145 kilómetros.

La nutria es un mamífero carnívoro. Se alimenta de pequeños peces, roedores o ranas. Su cuerpo mide entre 60 y 85 centímetros, además de la larga cola, una de las características más típicas de la especie. Los actos de los furtivos y la degradación de las aguas de muchos ríos están provocando que esta especie, antaño muy abundante en los ríos gallegos, esté incluida desde hace un cuarto de siglo en el Libro Rojo de los vertebrados españoles. Está catalogada como de «interés especial» y protegida por el convenio internacional CITES. En ese documento se cataloga a la nutria como especie de «inminente extinción» y se prohíbe comerciar con su piel.

Más protección

Fuentes de la asociación cultural Monterrei: cultura y territorio, censuraron que las medidas para mejorar la calidad del agua del agua del Támega aprobadas por todos los alcaldes del año pasado, no se han llevado a la práctica. El compromiso de los concellos incluía campañas de concienciación ciudadana y la urgente reforma de la estación depuradora de Verín, aún no realizada. El mal funcionamiento de la EDAR facilita los altos niveles de contaminación del agua del río.