Los informes del jefe de Ginecología llevan años haciendo hincapié que la asistencia no era la adecuada

La Voz OURENSE / LA VOZ

VERÍN

Doval es el jefe de Ginecología del CHUO
Doval es el jefe de Ginecología del CHUO MIGUEL VILLAR

Xosé Lois Doval explica que la decisión de cerrar el paritorio de Verín se basó en criterios técnicos que buscan el bienestar de la parturienta y el bebé

24 nov 2019 . Actualizado a las 11:36 h.

El cierre del paritorio del hospital de Verín fue una decisión política basada en informes técnicos. Así lo esgrimió el jefe de Ginecología, Xosé Lois Doval, que firmó ese informe junto al máximo responsable de Pediatría, Santiago Fernández. Y no era la primera vez. «Levo anos pasando informes dicindo que a asistencia non era a adecuada», aseguraba. Lo explicaba apelando a las cifras, al hecho de que cada vez hay menos partos, por lo que el personal acaba teniendo menos experiencia en casos complicados. Y eso puede ser un problema cuando un parto no va del todo bien.

«O problema non é só os pediatras e os xinecólogos, senón tamén o persoal de apoio que ten que estar nun parto. Non todo o mundo sabe facer unha punción para unha analítica nun recén nacido», explicaba a modo de ejemplo. Decía entonces que lo que se busca es tener el mejor equipo posible ante cada caso. Los partos que se prevén complicados (esos ya se derivaban a Ourense antes, tanto de Verín como de O Barco) se programan por la mañana «para que haxa dous ou tres neonatólogos, para poder atender todo o que pase». Apuntaba entonces que las primeras 24 horas de un recién nacido son «as máis importantes» de cara a su vida futura, y por eso «quero a maioría das garantías en cada caso».

¿Entonces las mujeres que tuvieron a sus bebés en el hospital de Verín en los últimos meses estuvieron en peligro? «Ata agora non se deu unha situación de risco; pero as posibilidades empezábanse a dar, e cada vez eran máis as mulleres que se tiñan que desprazar a Ourense, porque cada vez os embarazos son máis complicados», decía. Aludía entonces al hecho de que las madres son cada vez más mayores, y eso suele venir acompañado de dolencias. «Somos sociolóxicamente mozos, pero biolóxicamente non», decía.