Carlos Montero: «La gente de Verín empieza a ver el Festival Internacional de Cortos como algo suyo»

Este sábado arranca Vía XIV Festival Internacional de Cortos de Verín, una iniciativa que pretende acercar el séptimo arte a la villa y potenciar su vida cultural. Carlos Montero es el director de una cita que cada año mantiene su filosofía y que ha sido capaz de mantenerse alcanzando este año su sexta edición.

-¿Cómo nació el Festival Internacional de Cortos?

-Todo parte de una conversación entre amigos, entre Jorge Godás y yo. Estábamos hablando sobre qué podíamos hacer para dinamizar la cultura en Verín. Ambos venimos del sector audiovisual y nos interesaba poner a la villa en el mapa, utilizando aquello que sabíamos hacer. El primer año fue organizado por el Concello, pero al siguiente decidimos crear una asociación, Vía XIV, para poder gestionarlo. Lo propusimos al Concello y dijeron, adelante.

-Y hubo que darle forma.

-El festival fue mutando a lo largo de estos años. Empezó de una manera bastante sencilla, siempre con la idea de visibilizar Verín y dar contenido cultural. Por eso el nombre de las categorías a concurso son muy raianas. Aunque se verá programación internacional es un certamen muy local, que puede parecer antagónico. La sección oficial es muy internacional, pero hay una propia de trabajos gallegos y portugueses y cada día una actividad paralela para visibilizar talento local, de Verín, la comarca, Ourense o de Galicia.

-¿Cómo se organiza el trabajo previo?

-Son muchos meses. A veces durante el propio festival vas cerrando cosas y haciendo contactos para el siguiente. Por ejemplo, este año viene el trabajo Tierra de leche y miel porque hace dos años hubo un encuentro con ellos, cuando estaban en fase de finalización del trabajo. Nosotros ayudamos a que se terminara el documental y por eso lo tenemos aquí y se presenta este año. Se trata de generar sinergias.

-¿En qué momento está el FIC, como festival?

-Este año no aspiramos a crecer. Es decir, queremos mantenernos dentro de la calidad que ya tenemos, tampoco ir para atrás. Hay un panorama nuevo generado por la pandemia y nos tuvimos que adaptar. El año pasado pudimos celebrarlo, pero cambiando parte de la filosofía, porque no pudimos hacer algunos eventos. Ahora ya tenemos en marcha una programación «online», a través de la plataforma profesional Festhome. Por ejemplo, por la pandemia tuvimos que suprimir actividades dirigidas a los niños. Sin embargo, no queremos dejar de hacer y ofrecerles algo. A ellos y a sus familias. Por eso, como novedad este año proyectaremos el clásico de Disney «Fantasía».

-¿Qué tiene que hacer el público que quiere participar, acudir a las proyecciones?

-Todo el programa se desarrolla, además de virtualmente, en el auditorio municipal, cumpliendo con todas las medidas sanitarias que exige la situación del covid-19. Hay un sistema de bonos con acceso a todas las actividades programadas, que te da opción a una butaca propia para todo el festival, es una manera de agradecer la fidelidad.

-¿Cómo ve el futuro del festival verinés?

-Este tipo de festivales tienen tiempos diferentes, son a medio y largo plazo. Es más difícil o cuesta más crecer que uno de música, que puede ser más comercial y suele estar enfocado a un público objetivo.

-¿Cómo responden los vecinos de Verín?

-La gente de Verín empieza a ver el Festival Internacional de Cortos como algo suyo. A veces puede parecer que está enfocado a un público especializado o que es para los profesionales del sector, pero es un festival hecho para todo el mundo y pensando siempre en Verín. Nació con esa intención y se ve en la programación y en el camino que llevamos recorrido. Parte de nuestro trabajo se centra en potenciar el talento local en el mundo audiovisual. Ambos [se refiere a Godás y a él mismo] utilizamos nuestra maquinaria, lo que sabemos hacer, para promocionar a personas que de otra manera no podrían o les costaría mucho hacerlo. Tenemos una maquinaria de comunicación potente.

-¿Cree que a pesar del covid, la gente responderá?

-No se puede saber qué impacto va a tener, pero sí creemos que el público está ahora más receptivo a todo tipo de actividades culturales. Quizás el hecho de que muchas programaciones se hayan tenido que cancelar por la pandemia puede hacer que alguna persona se acerque por primera vez al festival, quizás por esas ganas de participar en algo cultural. A lo mejor con otras circunstancian no lo haría. Se acerca al cine de forma fortuita y ve que le gusta o que le entretiene sin más.

-El FIC mantiene ese romanticismo de las citas pequeñas.

-Es así. Fuera del auditorio tendremos una «foodtruck», en la que poder tomar algo, estar sentados y charlar, también habrá animación musical. En estos espacios puedes encontrarte a los directores, protagonistas y demás personas que giran al rededor de los trabajos que se presentan. Te vas a encontrar, por ejemplo, con Sergio Pazos. Lo bueno que tienen los festivales pequeños es la cercanía que no hay en otros.

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