Una sucesión de focos arrasan más de 600 hectáreas. «Pensamos que ardía a casa, foi horrible», dicen los vecinos
05 ago 2022 . Actualizado a las 08:43 h.«Non hai ningunha dúbida», dijo ayer el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, sobre la intencionalidad del incendio declarado en Verín este miércoles y que ya ha calcinado más de 600 hectáreas. El presidente recordó que aparecieron varios focos de forma simultánea en un vial, y muy próximos a viviendas, por lo que subrayó su «intención criminal» de lo ocurrido.
Rueda señaló que, además del daño ambiental, los incendios ocurridos en esas circunstancias ponen en peligro la vida de las personas, por lo que recordó que serán investigados como delitos. Hizo un llamamiento a quienes hacen fuego para que tengan «un pouco de cabalidade», y también instó a los ciudadanos a colaborar, ya que toda la información fiable que aporten será empleada, de acuerdo con la ley, para intentar localizar a los culpables.
La evolución del incendio de Verín ha mejorando en las últimas horas, aunque uno de sus focos sigue dando problemas. El presidente se comprometió además a reforzar los acuerdos de cooperación en materia de emergencias con Portugal, ya que se han dado casos de incendios originados en el país vecino que han cruzado la frontera.
Desde que se declaró el incendio en Verín, los equipos de extinción han contabilizado más de una decena de focos, lo que dificulta el control de las llamas, que avanzan en distintas direcciones. Los trabajos se centraban ayer en la extinción de un flanco de muy difícil acceso, aunque desde la Consellería do Medio Rural afirmaban que evolucionaba favorablemente y que ya no existía peligro para los núcleos habitados. A última hora de la tarde de ayer se desactivó la situación 2 de emergencia. Un recorrido por las zonas quemadas mostraba la voracidad de las llamas que afectaron a fábricas y quemaron coches que se encontraban en zonas de monte.
A lo largo de la jornada de ayer, los medios de extinción lograron mantener a raya las llamas que no aumentaron en extensión. «Foi horroroso. Pensamos que ardía a casa; algo horrible», explicó uno de los vecinos que vieron de cerca las llamas a su vivienda en la tarde del miércoles. Las instalaciones de Aguas de Sousas también se vieron afectadas por las llamas. La empresa emitió un comunicado para agradecer el apoyo recibido y por el trabajo de los servicios de emergencia: «Trabajaron de manera incansable». Además, la compañía ourensana afirma que trabaja para recupera la normalidad.
El fuego obligó también a cortar el miércoles la autovía de las Rías Baixas (A-52) para evitar riesgos a los conductores, a partir del kilómetro 157, durante varias horas. En la extinción trabajaban anoche, según el último parte de la Consellería do Medio Rural, hasta una docena de medios aéreos, alrededor de 60 brigadas, cerca de 30 agentes forestales y miembros de la UME.