Detenida una conductora de Verín tras fugarse de un control y ser perseguida por la Guardia Civil durante veinte kilómetros
VERÍN
La mujer se saltó un control de alcoholemia que se había instalado en la villa del Támega tras el xoves de comadres
10 mar 2025 . Actualizado a las 16:42 h.Una persecución de película que se prolongó durante más de veinte kilómetros. Esa fue la situación que vivieron en la madrugada del pasado 28 de febrero los integrantes de una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico. Los agentes se encontraban en un control preventivo de alcoholemia en las inmediaciones de Verín, donde la noche anterior se había celebrado el xoves de comadres. No se produjeron incidencias significativas hasta que una conductora se acercó al dispositivo y los uniformados le hicieron señales para que se detuviese. No solo no lo hizo, sino que pisó a fondo el acelerador y siguió circulando a lo largo de muchos kilómetros, hasta que por fin pudieron cortarle el paso. Según ha trascendido se trata de una mujer de 44 años residente en Verín.
El incidente tuvo lugar a las siete y media de la madrugada en la carretera N-525, en el marco de un dispositivo especial denominado Comadres-Entroido 2025. La mujer que iba al volante del vehículo, al detectar el punto de verificación de alcohol y drogas, trató de evitarlo adelantando a los coches detenidos por la izquierda y ocupando el carril contrario. A pesar de las señales de alto realizadas por uno de los agentes, la conductora aceleró aún más, obligando a un funcionario de la Guardia Civil a apartarse rápidamente para evitar ser atropellado.
Ante la fuga, los agentes iniciaron una persecución que se prolongó a lo largo de más de veinte kilómetros en dirección a Ourense. En ese trayecto la mujer realizó maniobras extremadamente peligrosas, incluyendo adelantamientos en sentido contrario e intentos de cambio de dirección para despistar a los agentes.
Finalmente, a la altura del municipio de Trasmiras, llograron bloquear el vehículo y reducir a la conductora tras un violento forcejeo. La detenida, en actitud muy agresiva, se negó a someterse a las pruebas de detección de alcohol y drogas.
Ahora los agentes de la Guardia Civil le imputan tres delitos contra la seguridad vial, por conducción temeraria, conducción bajo la influencia de alcohol o sustancias estupefacientes y negativa a realizar las pruebas correspondientes. A mayores, se le atribuyen un delito de desobediencia y otro de atentado contra agentes de la autoridad.