Los Concellos apelan al uso racional de agua para evitar cortes de suministro
VILAR DE BARRIO
En Vilar de Barrio cerraron el depósito tres noches y en Amoeiro faltó agua
15 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque estos días pasados fue necesario abrir de nuevo los paraguas, la provincia de Ourense acumulaba semanas sin lluvia, y eso ha empezado a afectar a los cauces fluviales y a los manantiales. Menos agua en las captaciones y un aumento importante de la población en este verano covid en el que muchos han optado por pasar las vacaciones en el pueblo, han provocado un aumento del consumo que en muchos ayuntamientos ha dejado los depósitos al mínimo. Y han surgido los primeros cortes. En Vilar de Barrio tuvieron que cerrar durante tres noches seguidas el depósito de Bóveda para conseguir que recuperarse el caudal
En Riós, las tormentas del martes provocaron que el agua de la traída baje turbia y no sea apta para el consumo humano. El alcalde, Emilio Pousada, emitió un bando pidiendo a los vecinos que no beban agua del grifo.
En Nogueira de Ramuín o Maceda, los Concellos detectaron en el mes de julio que podría haber un problema si seguía habiendo un consumo excesivo como el de ese mes. «Nunca pasara en xullo; había zonas nas que o consumo estaba disparado», apunta el regidor de Nogueira, César Parente. En ambos casos, después de bandos advirtiendo de la necesidad de limitar el consumo, la situación se controló. El bum de la compra de piscinas pequeñas que carecen de depuradora y obligan a cambiar el agua con frecuencia porque se deteriora lo apuntan varios responsables municipales como una causa a mayores para el problema de exceso de consumo de este año, además el riego de huertas y jardines en un verano tan seco.
El bum de las piscinas pequeñas sin sistema de cloración agrava el problema
En algunos de los municipios de mayor población de la provincia se tomaron muy en serio los riesgos de la sequía y, de hecho, en Ribadavia llegaron a publicar hace semanas un bando para que recomendar que se utilizara solo el agua imprescindible.
Su alcalde, César Fernández, recordaba que fue «solo una recomendación, pero realmente no hubo problemas serios, ni fue necesario realizar restricciones en el consumo, aún así es importante que se conciencie a la población». En esa misma línea se manifestaba Manolo Dacal, alcalde interino de O Carballiño, durante las vacaciones de Francisco Fumega: «La verdad es que estuvimos a punto de emitir un bando, pero las lluvias de esta semana frenaron el punto más delicado, pese a que no había problemas graves».
En Barbadás, Xosé Carlos Valcárcel explicó que no han tenido ningún problema con el suministro, si bien pensaron en hacer también algún comunicado, después de que lo recomendara la Confederación Hidrográfica.
En A Merca tienen un problema de presencia de trihalometanos en el agua de la traída que desaconseja su consumo y el Concello ofrece agua embotellada. Según el alcalde, José Manuel Garrido, están tratando de solucionarlo buscando mecanismos de cloración en continuo en los depósitos y la próxima semana tendrán las primeras analíticas. Garrido asume que el «consumo elevadísimo» es un problema grave este verano por el aumento de población en las aldeas y con más gente que otros años. «Hay pueblos en los que el consumo se multiplicó por tres», afirma. Corrobora este alcalde el problema de las pisinas plastificadas, que se llevan «desde tres a diez metros cúbicos de agua cada vez que se llenan porque no se cloran. Sabemos que el consumo no es un gasto de beber», describe.