La artesana Rosa González dejó su trabajo en una fábrica de Xinzo para dedicarse a hacer sus propios accesorios y complementos
16 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Rosa González es una artesana limiana de accesorios y complementos. Pero no siempre se dedicó a esto. Trabajó durante años en una fábrica de vidrio en Xinzo. «Tengo problemas de cervicales y en ese empleo tenía que pasar varias horas mirando hacia arriba, lo que me provocaba mareos, así que decidí dejarlo y cambiar de vida», recuerda. Empezó haciendo ganchillo. «Mirando hacia abajo, concentrada, puedo pasarme horas y horas y la espalda no se me resiente», explica. Al principio, hace diez años, hacía collares para ella, pero a sus familiares y amigos les gustaron y empezaron a encargárselos. Así continuó por formarse en distintas técnicas y acabó apuntándose a todas las ferias que encontraba. «Ahora tengo de todo menos ganchillo», admite. Hace collares, pulseras, pendientes y hasta bolsos. Tanto de micromacramé como de abalorios cosidos con sedal.
Tiene un taller en Xinzo, donde trabaja y también recibe a clientas, porque sus productos son totalmente personalizables. «Vienen muchas invitadas de bodas o bautizos para que les combine la bisutería con el vestido. A mí me encanta coger ideas nuevas», cuenta Rosa. Lo que más vende son sus pendientes de Frida Kahlo o los collares con aire boho. Durante el fin de semana estuvo con sus piezas en la feria de artesanía de Trives y el que viene no se perderá el mercado que se monta en Xinzo por la celebración de O Esquecemento. Luego tiene una cita en Laza, otra en O Incio y ya terminado el verano visitará Ciudad Rodrigo, en Salamanca.