Los fiscales toman el protagonismo

PONTEVEDRA

06 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1Más de dos décadas llevan Ignacio Jáuregui y César del Pozo dejando su impronta en la Fiscalía de Pontevedra. Ambos han elegido estos días para jubilarse rodeados por el cariño de sus compañeros de profesión, pero también de los que, en ocasiones, se encuentran enfrente: abogados, jueces y procuradores. En el caso de Jáuregui, o Iñaki como le conoce todo el mundo, su vinculación con el ministerio público permanecerá a través de su mujer, Carmen Novo. Nacido en San Sebastián hace 53 años, tuvo su bautismo de fuego con apenas 23. Días atrás, le agasajaron con una comida homenaje en la que, empleando citas de Borges y Dante, exaltó la amistad, la familia y el amor. Tras dirigir unas palabras hacia su esposa y a sus tres hijos, afirmó que la jubilación es como la doble cara de Jano. Por un lado, lo negativo, sus problemas de visión que es lo que, a la postre, han derivado en su jubilación y, por otro, lo positivo, el cordón umbilical que simboliza su mujer para mantener el contacto con sus compañeros. Y claro está, el tiempo que ahora dispondrá para sus aficiones, «que son muchas», apuntó Novo.

Y si Jáuregui llegó a Pontevedra hace 23 años, su amigo César del Pozo aterrizó hace más de tres décadas. En su caso, tiene previsto dejar su despacho el 1 de junio, pero días antes, el 27 de mayo, el Liceo Casino acogerá el homenaje que se le dispensará. El actual teniente fiscal no va a ser el único que se jubile en las próximas semanas en el ámbito judicial pontevedrés. Ahí está el caso de Miguel Antonio Liméns García, funcionario del Social número dos, cuyos compañeros le despedirán el día 20 en el Hotel Galicia Palace.

Sin abandonar el ámbito del ministerio público, ayer el protagonismo lo copó un ex fiscal. En el Moderno, Carlos Jiménez Villarejo participó en la presentación del La solidaridad con el juez Garzón, que él ha coordinado. En su intervención, reconoció que «los procesos contra el juez Baltasar Garzón no es casualidad que coincidan con un período histórico en España, y fuera de España, de degradación de los valores democráticos. Parafraseando a Stéphane Hessel, autor de ¡Indignaos!, Jiménez Villarejo aseguró que «tengo que reconocer que yo estoy indignado casi desde que tomé posesión como fiscal en Barcelona en 1961. Y sigo estando indignado. Primero, fue la dictadura, luego era la debilidad de la transición a la Democracia, luego fue la cobardía de los gobiernos democráticos ante el franquismo que seguía imperando... Tenemos unas políticas públicas de desmemoria de la sociedad española de lo que significó la dictadura totalitaria del general Franco».

Está claro que la alusión al juez Luciano Varela era inevitable teniendo en cuenta que el magistrado reside en la comarca. El ex fiscal anticorrupción fue especialmente duro con él. No solo apuntó a los «casi desvaríos jurídicos en que está incurriendo el Supremo», sino que añadió que «el auto que dictó el día 3 de febrero es un modelo de ignorancia jurídica supina».

En la presentación, Villarejo estuvo acompañado por Carmen Durán, coordinadora de Galicia con Garzón, y por Ricardo González Mestre. El consejero delegado de la editorial El Páramo destacó que el libro quiere ser «una voz en la defensa pública» del juez.

Presentación

2Xosé Fortes Bouzán también presenta estos días su propio testimonio sobre el proceso que en su día sufrió por pertenecer a la Unión Militar Democrática (UMD). El pontevedrés estuvo en Madrid esta semana para dar a conocer su libro Cuando las derrotas otorgan la victoria y en el Círculo de Bellas Artes fue entrevistado por la televisiva Ana Pastor. Toda una fiscal del periodismo.