Con 18 años deslumbra en Asobal después de crecer dando patadas a un balón
07 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Antes de fichar por el Cisne, Gabriel Cavalcanti cogía cada tarde un tren durante más de hora y media para poder entrenar en Setúbal. Con 17 años, este joven portugués de Almada, en Lisboa, salía de clase, comía y su pasión por el balonmano convertía en insignificante un trayecto eterno de ida y otro de vuelta para jugar. Los primeros destellos de calidad los vio el Benfica, que pronto lo fichó para cederlo un año después al Setúbal. Su siguiente salto sería ya internacional.
Cuando el presidente del Cisne, Santi Picallo, lo fichó este verano se refirió a él como un diamante que venía a pulirse a Pontevedra. En ese momento todavía tenía que explotar como jugador. Y lo está haciendo. A sus 18 años todavía está despegando, pero esos destellos ya iluminan Asobal. Esta semana encabezaba el primer puesto de los goles más espectaculares de la jornada. Él le resta importancia. «Desde que llegué, he ido mejorando, pero lo hago de forma natural. Cuando ves que las cosas van saliendo, sabes que es positivo para tu carrera», explica Cavalcanti, que aparcó la timidez de los primeros días para hablar con seguridad de lo que espera de la temporada.
En un año en el que las lesiones han castigado el regreso del equipo a la máxima categoría, los jóvenes han tenido que tomar las riendas del equipo guiados por los veteranos. «Álex Chan está siendo un buen ayudante para los jugadores», afirma Gabriel Cavalcanti, que llegó al balonmano muy tarde después de ser futbolista hasta los 14 años. Jugaba bien con el pie, pero su padre le animaba a que probase otro deporte. Le hizo caso y después de jugar al baloncesto y al voleibol descubrió que tenía grandes cualidades para el balonmano.
Su carrera deportiva dio un giro y poco después se incorporaba al Benfica, el equipo más fuerte de la liga portuguesa, aunque su sueño pasaba por jugar en la liga española. «Portugal tiene un buen campeonato, pero solo hay tres equipos fuertes, sin embargo en España, además del Barça, hay mucha competitividad», subraya Cavalcanti, que espera seguir mejorando como jugador para llegar a cumplir el objetivo del Cisne. «Es una experiencia nueva que sabíamos que iba a ser difícil y es como lo esperábamos, pero también hemos demostrado que estamos a la altura de cualquier equipo», explica el joven jugador portugués, que llegó este verano a Pontevedra acompañado de Emiliano Franceschetti y Gualther Furtado. Es junto a Carlos Álvarez y Mateo Arias los valores en alza del conjunto blanco. Él también es internacional con Portugal y titular habitual en el equipo de Javier Márquez. En los primeros cinco partidos de liga suma ya 16 goles, es el tercer máximo goleador del equipo.