Ence pone fin en Pontevedra al ERTE por la sequía, que afectó a 300 trabajadores
PONTEVEDRA
La empresa está haciendo pruebas para comprobar si puede producir con el agua de la depuradora de Placeres tras haber tenido que parar la fábrica por el bajo caudal del Lérez
05 nov 2022 . Actualizado a las 11:51 h.Desde el 22 de julio hasta el día 2 de noviembre, la pastera Ence tuvo en marcha un ERTE que llegó a afectar a los 300 trabajadores de su planta de Lourizán, Pontevedra (aunque nunca a más de sesenta a la vez). El expediente de regulación de empleo temporal dio comienzo después de que la Xunta informase a la compañía de la caída del nivel del Lérez por debajo de su caudal ecológico y la empresa, que se abastece de este río, dejase de producir para garantizar el abastecimiento urbano.
Poco a poco, y después de reiteradas quejas del comité de empresa, algunos trabajadores se fueron incorporando a trabajos de mantenimiento. En los últimos tiempos, según fuentes del comité, quedaban 22 empleados en ERTE. Desde el día 2 de este mismo mes, tal y como confirmaron tanto fuentes de los trabajadores como de la empresa, ya vuelve a estar toda la plantilla operativa.
Además, según indica la compañía, tras finalizar la fase de montaje, ahora se está empezando a realizar una prueba piloto para la regeneración del efluente de la EDAR de Placeres con la intención de verificar su uso industrial. Es decir, se va a probar si es posible que la fábrica funcione aprovechando el agua de la depuradora. Esa prueba piloto se desarrollará a lo largo de tres meses. La pastera señala que este proyecto «constituye una innovadora solución, plenamente alienada con la bioeconomía circular». Dice que permitirá a la fábrica «ser capaz de operar en situaciones coyunturales de sequía, de forma totalmente sostenible y garantizando siempre el caudal ecológico del Lérez (del que se abastece la instalación), a la vez que se prioriza en todo momento el consumo de la población».
«Los ánimos están bajísimos, nos mata la incertidumbre»
Rubén Fernández, secretario del comité de fábrica de Ence, señala que la vuelta al trabajo de la plantilla, pese a ser una buena noticia, no infunde ánimo en los operarios, porque la situación sigue siendo de total incertidumbre. No en vano, Ence y su plantilla están a expensas de lo que decida el Tribunal Supremo, que determinará si la empresa puede seguir en Lourizán o no. Así, Fernández indicó: «Los ánimos están bajísimos, nos mata la incertidumbre. Queremos saber ya qué es lo que va a pasar».