Bum de proyectos rurales de lujo: de un hotel en una fascinante casa indiana en A Lama a cabañas de madera en Cotobade

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

A LAMA

La casa indiana de A Lama que está en obras para convertirse en un hotel «boutique».
La casa indiana de A Lama que está en obras para convertirse en un hotel «boutique». Galicia Villas

Algunos de los empresarios se mudan a vivir a los concellos en los que invierten: «Ahora mi mejor amiga tiene 70 años y un tractor, es maravilloso», dice la dueña de una futura vivienda turística

20 nov 2023 . Actualizado a las 19:01 h.

Enrique Troitiño tiene 31 años. Es economista y trabaja en la banca. Su pareja es Silvia Argibay, de la misma edad y de profesión psicóloga. Ambos restauraron una casa de sus abuelos en Rebordelo, una parroquia del municipio de Cerdedo-Cotobade, se fueron a vivir allí y luego adquirieron una finca próxima a su hogar. Ahora están esperando una licencia para comenzar a construir tres cabañas de madera en ella y poner en marcha un proyecto turístico inspirado en el norte de Europa e integrado en la naturaleza. Su ilusión es que en el futuro puedan dedicarse por completo al negocio. Enrique dice: «Se hai futuro está no rural. A calidade de vida aquí é incomparable. Non hai nada similar». Su caso ya no es una excepción. Los municipios rurales del entorno de Pontevedra —y también las parroquias del propio concello pontevedrés—, bien sea Barro, Cerdedo-Cotobade o A Lama, están viviendo un bum de proyectos empresariales turísticos y de lujo, que en muchos casos ponen en marcha personas que además de rentabilizar el rural quieren vivir en él.

En el caso de Enrique y Silvia, su ilusión es tener en marcha una especie de cámping de lujo, con tres cabañas construidas a bastante distancia unas de otras, a lo largo del 2024. Están agradecidos por la buena acogida a su iniciativa desde el Concello: «Non deixan de interesarse por nós, e iso é moi positivo», indican. Su proyecto abraza un material tan gallego como la madera. Y se suma a otro que está previsto en el rural pontevedrés y que también incluye esa figura de las cabañas. En este caso, se trata de unas construcciones sostenibles que se ubicarán en Tomeza (concretamente, en Lusquiños). Uno de sus promotores, Miro Justo, explica que están tramitando los correspondientes permisos para poder construir. Y que el proceso es lento debido a que está en una zona donde influye Patrimonio, en las proximidades del río Gafos y del Camiño de Santiago.

Entre quienes ponen en marcha proyectos turísticos en los concellos rurales de Pontevedra hay recién llegados al sector, pero también auténticos expertos en rehabilitar viviendas y transformarlas en lugares fascinantes.

Es el caso de Patricia Leiro y Enrique Silva, que son de Sanxenxo pero tienen propiedades en distintos municipios. Ellos, bajo la marca Galicia Villas, empezaron hace dos décadas montando alojamientos de ensueño y devolvieron a la vida casas en Cerdedo, Combarro o A Lama y actualmente tienen un proyecto en marcha. Adquirieron una casa indiana de 1880 en Gaxate, en A Lama. Se trata de un inmueble de película, que fue construido por un arquitecto suizo y que está catalogada por Patrimonio porque tiene un tejado totalmente excepcional. Ahora mismo están en pleno zafarrancho de obras para convertirla en un hotel boutique con habitaciones de lujo, de entre 30 y 40 metros cuadrados cada una de ellas, y exclusivos servicios para el cliente.

Patricia habla con entusiasmo de este nuevo proyecto que han abrazado: «Es una casa preciosa que está a orillas del río Oitavén, así que lo que pondremos en marcha es una iniciativa muy centrada en el agua. Adquirimos una propiedad enfrente de la casa, una vieja fábrica de la luz, y queremos hacer un museo ahí y más habitaciones muy amplias. Creemos que es un concepto muy diferente y que tiene detrás la calidad que atesora nuestra marca, Villas Galicia, que poseen un alto nivel de decoración y calidez. Siempre buscamos enamorar a nuestro cliente».

«Mi amiga tiene un tractor»

Enamorarse. Eso fue precisamente lo que le pasó a Isabel Martínez cuando descubrió cómo era la vida en el rural: «Ahora, mi mejor amiga tiene 70 años y un tractor. Esta vida es maravillosa», enfatiza. Ella, natural de Madrid y conocida en Pontevedra porque durante años regentó un videoclub en el paseo de Colón, es otra de las personas que se está intentando abrir camino como empresaria turística en el rural. Su familia compró una casa en el lugar de Cutián (Cotobade) en el año 2015. Y, tras un largo periplo de obras, ya tiene prácticamente listo un alojamiento con vistas espectaculares y decoración mimada al extremo. Visitar su propiedad es entender que todo está pensado, hasta las bocas de las salidas de agua, que se adornaron con esculturas en piedra.

Isabel Martínez, en la finca vacacional que abrirá en unos meses en Cutián, en Cerdedo-Cotobade.
Isabel Martínez, en la finca vacacional que abrirá en unos meses en Cutián, en Cerdedo-Cotobade. CAPOTILLO

El abanico de iniciativas alcanza también a Barro. Una pareja formada por Rosa Rodríguez y Antonio Baños proyecta un alojamiento de retiro y relajación en una zona próxima al Camino. Están repensándolo porque lo iban a ubicar en unos terrenos comunales y surgieron trabas.