Bateeiros y dos cofradías se oponen al depósito de áridos en Tambo

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

Portonovo, Bueu y mejilloneros temen la repercusión en bancos de a flote y la navaja

03 feb 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

Organizaciones de bateeiros de la ría como Amecomra, y las cofradías de pescadores de Portonovo y Bueu, en defensa de los intereses del colectivo de navalleiros, presentarán alegaciones contra el depósito de áridos del dragado del Lérez en el enclave previsto por Portos al oeste de Tambo. Estos colectivos consideran que la acumulación de lodos y otros materiales procedentes del río y del canal del fondo de la ría serán perjudiciales para el marisqueo a flote y para los polígonos mejilloneros del entorno de la isla poiense y, por lo tanto, reclaman que Portos reconfigure el área de depósito de estos áridos y lo haga al oeste de Ons, en mar abierto, como ya se ha hecho en el pasado con otros dragados en la comarca.

En el proyecto del dragado que se encuentra a exposición pública, se prevé que 221.000 metros cúbicos de áridos del Lérez, los de peor calidad, se echen al oeste de Tambo, en una zona que, según Portos, carece de interés ecológico y comercial. La tesis defendida por Portos es que estos áridos podrán contribuir a la regeneración de la zona, al ampliar el ancho de la capa de arena del suelo marino. Otros 109.000 metros cúbicos de áridos, los de mejor calidad, se emplearán en la regeneración del banco de a flote en Campelo.

Según precisaron al explicar sus alegaciones, ninguno de los colectivos profesionales se opone al dragado de la desembocadura del Lérez y del canal en el fondo de la ría, una actuación demandada por los pósitos de Lourizán, Raxó y Pontevedra para poner en valor amplias zonas que en la actualidad son estériles por la acumulación de fangos. Sin embargo, los pósitos portonovés y buenense, así como los bateeiros entienden que el lugar donde se prevé echarlos no es el idóneo.

El presidente de Amecomra, Manuel Ferreiro, explicó: «O que se quita do río son fangos e lodos e iso ten que vir para fóra da ría, non se pode verter ao lado dos polígonos de bateas». Ferreiro añadió que los mejilloneros temen el impacto sobre las bateas de los sedimentos en suspensión y, aunque entiende la petición de las tres cofradías del fondo de la ría, no acepta que se eche en Tambo lo que se quite del Lérez. «Non queremos que se faga ao lado das nosas bateas, que o bote Portos para fóra de Ons».

El patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, indició que a su pósito le preocupa el impacto ambiental en Tambo y también en el propio banco de Os Praceres. «Vai ser unha obra de moita magnitude e pode poñer en perigo algúns bancos como Lourizán ou a Brenxa». Bueu está estudiando todavía algunos aspectos de sus alegaciones, pero apoya la inquietud de los navalleiros que temen perder su zona de trabajo por el depósito masivo de áridos en la mitad de la ría.

El patrón mayor de Portonovo, José Antonio Gómez Castro, también se mostró preocupado por la repercusión sobre los 38 trabajadores que recogen la navaja en la ría «ao mergullo». «Queremos que se lles teñan en conta para que o día de mañá esta xente non se queden tirados».