Educar en igualdad y fijar el foco en el agresor para acabar con el machismo

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

emilio moldes

Foro Voz apunta hacia los jóvenes cómo esperanza para acabar con esta lacra

28 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La esperanza está en la educación, en enseñar desde niños a crecer en igualdad, a no discriminar y a poner el foco en el agresor y no en la víctima de la violencia de género. Esas son las principales conclusiones que se pudieron extraer del Foro Voz A guerra contra a muller, que se celebró ayer en el Café Moderno. Moderado por el periodista Eugenio Giráldez, la concejala de Igualdad, Carmen Fouces; el inspector jefe de la Policía Local para la violencia de género, José Ángel Ruibal; la socióloga, Iria Vázquez; la periodista de La Voz de Galicia, Elena Larriba, y Montserrat González, directora del Centro de Información a Muller (CIM) de Bueu, bajaron a la arena para remover un problema que cuesta erradicar de la sociedad.

Existen medios y existen leyes, pero a la hora de analizar a fondo qué falla, los expertos coinciden en que se criminaliza a la víctima frente al agresor. «Hai que acabar coa crenza de que o home é superior á muller, os maltratadores son persoas normais e cando denuncia, a muller ten que dar explicacións de que pasou, xustificarse», indica Montserrat González, quien cree que «se hai algunha esperanza soamente pasa pola educación». Es la mujer la que pide la orden de protección y la que está vigilada por un agente para intentar prevenir desenlaces fatales. «A vixilancia é sobre a víctima, ainda que se faga unha contravixiancia ao agresor. Soamente é permanente con risco extremo», explica Ruibal, que desde su unidad trabajan a pie de calle con las mujeres.

Este cambio de foco tan necesario de la realidad debe germinar en las políticas sociales y consolidarse en la sociedad, a través de un pilar esencial como es la educación. Trabajar en ese camino es uno de los factores determinantes para los ponentes del foro. Por mucho que se trabaje en ese sentido y la juventud tenga las cosas claras dentro del aula, «na rúa desgraciadamente hai permisividade. Teñen que ter un anclaxe moi forte na súa casa e no seu entorno para que non se vaian de lado», explica Carmen Fouces. El 27,4 % de los jóvenes creen que la violencia de género dentro de la pareja es normal, según datos extraídos del Barómetro 2017 de ProyectoScopio. «Creo na capacidade educativa, pero hai rapaces que defenden o amor romántico, non ven as nenas como iguais, senón como unhas fadas que hai que cuidar», señala la concejala de Benestar. Los expertos concluyen que esa concepción es el caldo de cultivo de una sociedad machista. La directora del CIM de Bueu convive a diario con la problemática y desde hace 14 años trabaja con en colegios e institutos. «Estamos notando un cambio, pero para que sexa real ten que ser unha asignatura curricular e non un traballo puntual», explica.

No banalizar las muertes

El foro destacó la importancia de evitar la banalización de la violencia, dando importancia a cada una de las más de 60 víctimas del 2016 y las seiscientas mil mujeres maltratadas. «Unha sentenza por maltratador debe inhabilitalo en todos os campos é debe vivir vixiado. Tampouco pode ser é un bo pai», subraya González, que junto con Iria Vázquez, están a pie de calle. La socióloga resaltó ayer la importancia de ampliar el espectro de víctimas. «Non son só os datos, a muller que morre anos despois dunha dolencia crónica provocada polos malos tratos non entra nas estadísticas, pero tamén é», comenta.

Y es que los asesinatos por violencia de género son la punta de un drama social con una base muy extensa sobre la que actuar. Acabar con la desigualdad, dar protección a la víctima sin criminalizarla y educar a los jóvenes en que la sociedad se gestiona de igual a igual son, para este grupo de expertos, las asignaturas pendientes que podrían derribar una lacra anclada en la permisividad.