Las cofradías de Pontevedra: «Sen dragados nos portos con area, ¿que imos facer, plantar cebolas?»
BUEU
Los pósitos de la ría avisan del impacto para el sector sobre la decisión de Madrid de anular el único punto de vertido de áridos de las Rías Baixas
29 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Ni dragado del Lérez hasta a saber cuándo, ni ningún otro que implique verter áridos o piedras en alta mar. La decisión de Transición Ecológica de anular el único punto de vertido autorizado para depósito de dragados en las Rías Baixas supone «un mazazo», según lo calificó el presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra y patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas. El portavoz del sector pesquero provincial lamentó que Madrid anulase el punto de vertido, que está vigente desde 1998, sin haberles consultado ni a las cofradías ni a la Xunta y que además lo haga sin dar ninguna alternativa más que decirle a Santiago que la busque la consellería.
Rosas explicó que no se trata de un problema solo con el canal del Lérez, que lleva más de diez años de tramitaciones y en espera, sino que también paraliza sin fecha doce dragados portuarios en las Rías Baixas. «Buscar unha alternativa ao punto de vertido que había véxoo complicado e tamén algo que vai para moito tempo», recalcó. Precisamente es tiempo lo que no tienen algunas cofradías y radas deportivas de la provincia que ven como a cada año que pasa sus dársenas pierden calado y con eso operatividad.
«Os barcos deberían ter a posibilidade de entrar nun porto sen que a súa quilla tocase na area», recalca irónicamente Rosas, inquieto por lo que significa la búsqueda de una alternativa al punto de vertido. Apela el patrón mayor de Bueu a la experiencia, porque uno de los dragados más ambiciosos de toda Galicia, el del Lérez, ya presupuestado desde hace años, lleva más de una década esperando. El traslado de tantos cientos de miles de toneladas a tierra para su tratamiento suena muy complejo, y en estos tiempos de crisis económica, donde hay otras prioridades sanitarias y sociales, parece imposible.
Rosas recuerda que las empresas areneras mantenían limpios los canales a las entradas de los puertos y en las rías hasta que se prohibió esta actividad extractiva a finales del siglo XX. Desde entonces, los ríos han seguido depositando sedimento y no solo áridos, sino todo tipo de residuos y basura que encuentra en su trayecto al mar. En las rías se depositan estas capas, que en muchos lugares transforman el suelo arenoso en fango estéril, reduciendo la capacidad productiva de la almeja en rías como la de Pontevedra, y también reduciendo considerablemente los ingresos de los que dependen miles de familias.
«Hai portos nos que teñen a necesidade de que se fagan dragados, e non só os da Xunta, porque tamén están os do Estado como Marín, Vigo e Vilagarcía», apunta Rosas. «Sen dragados nos portos que se enchen de area, ¿qué imos facer, plantar cebolas? Está claro que debaixo da cama non a imos a levar», subraya.
Añade el presidente de las cofradías pontevedresas que el problema de la alternativa no es tanto que se encuentre, sino la lentitud de la máquina administrativa para hallar las propuestas, consensuarlas, informarlas, que se resuelvan alegaciones y se apruebe. En el entretanto se pueden perder años y no es cuestión baladí, porque un puerto inoperativo implica más que un trastorno a las gentes del mar, un serio problema tanto de seguridad como de trabajo.
«A ver que solución lle botan a cousa porque preocúpanos moito a zona alternativa onde a van poñer e para cando a van ter lista», afirma el patrón mayor buenense. Solo en la ría de Pontevedra, el cierre del punto de vertido autorizado ya frena sin fecha las tramitaciones de los dragados del Lérez, el club naval de Pontevedra, Aguete y la más que previsible futura necesidad en Campelo.
El patrón mayor de Pontevedra: «El Lérez facturaba 1,3 millones y ahora no llega a 100.000 euros al año»
El patrón mayor de Pontevedra, César Rodríguez, le pone cifras al no dragado del Lérez. Son cifras objetivas, extraídas del balance de la almeja extraída del canal del Lérez y subastada en lonja en Campelo. Son números devastadores. «Para nosotros, que se vuelva a retrasar el dragado nos parece fatal, porque siempre hay algún problema que no lo deja hacer cuando estaba previsto», sostiene. Rodríguez incide en que el banco del Lérez, cuando estaba en buenas condiciones hace unos 15 años, era la zona más rentable de la ría. «En el Lérez facturábamos 1,3 millones de euros al año y ahora no llegamos a los 100.000, así que se puede calcular cuánto dinero llevamos perdido por culpa del dragado», incide. Rodríguez resalta que amplias zonas del río que antes eran productivas ahora son un basurero de fangos, ramas y hojas. En Lourizán, su patrona mayor, María del Carmen Vázquez, reitera su enfado: «Nos van a dar más que las uva esperándolo».