Pablo Costas: «Volverei saír ao mar. ¿Que vou facer?»

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA LA VOZ

BUEU

Pablo Costas recibe el abrazo de un vecino de  Bueu a su llegada al pueblo tras once meses retenido en Yemen
Pablo Costas recibe el abrazo de un vecino de Bueu a su llegada al pueblo tras once meses retenido en Yemen CAPOTILLO

El patrón gallego liberado tras once meses retenido en Yemen, asegura a su llegada a Bueu que siempre navegó «con licenza para as zonas de pesca asignadas» y niega las acusaciones del gobierno australiano

05 sep 2021 . Actualizado a las 18:48 h.

Presumiblemente el buenense Pablo Costas tardará mucho tiempo en olvidar el calvario vivido en los últimos once meses. El tiempo que que ha permanecido retenido por las autoridades yemeníes a bordo del Cobija, el barco que patroneaba en el océano Índico cuando, en septiembre del año pasado, fue inmovilizado en el puerto de Al Mukallah cumpliendo una orden dictada por el gobierno australiano y cursada por a Interpol. Pero, pese a ello no tardará en volver a hacerse a la mar. «É a miña profesión, ¿que vou facer? Hai que comer. Iso sí, levarei máis coidado».

Le acusan de pesca ilegal, pero él lo niega. Ni siquiera cree que exista una denuncia formal. «Eu non a vin nunca diante, son todo especulacións», afirmaba este sábado a su llegada a Bueu. Y cree que el asunto, una vez que las negociaciones diplomáticas y sobre todo la presión social consiguieron liberar a la tripulación, se desvanecerá «coma o fume. Xa no teñen a súa presa, ao obxectivo do que podían sacar cartos, que son eu, que era o que querían aqueles gánsteres».

Pablo Costas, el patrón gallego que estuvo 11 meses retenido en Yemen, llegó este sábado a Bueu
Pablo Costas, el patrón gallego que estuvo 11 meses retenido en Yemen, llegó este sábado a Bueu CAPOTILLO

Cansado, presumiblemente enfermo -en los próximos días será sometido a chequeos para comprobar los efectos de la malnutrición y el estrés de estos meses-, pero emocionado, lo primero que hizo al llegar a Bueu -salió a las 5,30 de la mañana en coche desde Madrid- fue agradecer públicamente la movilización del pueblo, de los medios de comunicación, de los sindicatos, del sector del mar… «Sen vós, eu non estaría aquí hoxe», dijo, micrófono en mano delante del Ayuntamiento, frente a medio centenar de amigos que acudieron a recibirle.

Se quedó sin palabras, reconoció, cuando se reencontró con su familia, y aun se emocionaba horas después al rememorarlo. «Non puiden nin falar, solo darlles un abrazo. A emoción foi tan grande que non podía nin falar».

Ya más calmado tras repartir más abrazos entre vecinos de Bueu, políticos de la corporación local y compañeros de profesión, reflexionaba sobre en qué se ha convertido el negocio de la pesca. Pablo Costas habla del «lobby do canguro» para referirse al gobierno australiano, y subraya que «queren acaparar os recursos. É un problema económico. A alimentación hoxe por hoxe é un arma, e a acaparación dos recursos é unha prioridade de estado». Y cree que el asunto derivará en un problema mayor. «Estes perros morden. Nós non levamos armas a bordo, pero China e Rusia tamén morden e estes fanfarróns tarde ou temprano vanse acordar. Os poñerán no seu sitio».

A preguntas de La Voz, Costas subrayó que él siempre navegó con todos los papeles en regla. «Seis anos navegando baixo a mesma bandeira [boliviana], e con licenza para as zonas de pesca asignadas. Eu si teño montañas de papeis que o acreditan». En lo que muestra más dudas es a la hora de identificar a su armador, a la persona que supuestamente paga las nominas de la tripulación. «Uf, indagar nas sociedades, ¿quen son eu para iso? Eu falaba cun ruso, e cuando estabamos en alta mar apareceu un señor somalí polo medio. Non sospeitei nada ata o mes de xuño do 2020, cando chegou a orde e que vendían o barco a este señor. A min dame igual, porque os papaples para a pesca estaban en orden...».