El bipartito de Caldas supera el año pese a algunas tensiones del verano

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral CALDAS / LA VOZ

CALDAS DE REIS

Manuel Fariña y Juan Manuel Rey, en una imagen de archivo
Manuel Fariña y Juan Manuel Rey, en una imagen de archivo CONCELLO

El alcalde, Juan Manuel Rey, y Manuel Fariña las minimizan, mientras que el PP cree que las discrepancias irán a más

27 ago 2024 . Actualizado a las 19:18 h.

Hace poco más de un año, el 10 de julio del 2023, socialistas y nacionalistas de Caldas de Reis cerraban un acuerdo para gobernar en coalición el municipio. El pacto llegaba tras el resultado que habían dejado las elecciones del 28 de mayo de ese año: el PP fue el partido más votado en las urnas con seis concejales, mientras que el PSOE consiguió cinco escaños y el BNG, dos. Ambos partidos sellaron una alianza para gobernar la localidad, repartiéndose áreas y dedicaciones exclusivas. Esta es la segunda experiencia de un bipartito en Caldas, tras la que hubo entre 1995 y 1997 entre el PSOE de José María Tobío y el BNG de Ignacio Fernández Zárraga. Aquel pacto no llegó a buen puerto y a mitad de mandato el acuerdo saltaba por los aires debido a «continuas discrepancias».

En esta ocasión, al frente de los socialistas está el regidor, Juan Manuel Rey, que pudo seguir en el cargo y ya vivió aquel bipartito fallido, y Manuel Fariña, por los nacionalistas, convertido en primer teniente de alcalde. Este verano hubo dos cuestiones que hicieron públicas algunas diferencias entre las dos formaciones: la ubicación de la nueva oficina de turismo en la calle Real y el programa de las Festas de Caldas, relegando el nombre de fiestas patronales.

¿Son tensiones normales entre dos partidos que gobiernan juntos o es el principio de algo más? Desde el gobierno local tanto PSOE como BNG hacen una lectura positiva. Otra cosa es cómo lo ve el PP, único partido de la oposición. El alcalde no duda al ser preguntado por la marcha del gobierno coaligado: «El pacto está bien. Quizá falta experiencia en este tipo de situaciones, lo que hace que algunas veces surjan pequeños problemas de coordinación por invasión de competencias». Juan Manuel Rey dice que la marcha es buena y que un medidor del pacto es la aprobación de los presupuestos, que salieron adelante «sin excesiva batalla».

Tanto el regidor como Manuel Fariña coinciden en que en el día a día el contacto es fluido y hay reuniones más formales cada cierto tiempo. «Eu valóroo positivamente. Os veciños perciben o gran salto adiante do Concello, con máis programación cultural e deportiva que nunca. Caldas ten máis vida e é un pobo máis atractivo. Cada concellería ten marxe de manobra nas súas áreas, aínda que estamos perfectamente coordinados», recalca el teniente de alcalde.

El regidor ve una polémica artificial del PP en que las fiestas de agosto se minimizaran como patronales, primando la etiqueta de «festas de verán». Sí admite Juan Manuel Rey que el PSOE no hubiera emplazado la caseta de la oficina de turismo en el calle Real, aunque lo justifica en que es «una competencia delegada y una decisión provisional». Manuel Fariña, por su parte, defiende que el Concello es una institución laica y que los festejos son «de todos». Sobre la controversia por la caseta de turismo, habla del malestar de «un reducido grupo de veciños» e insiste en que los datos de afluencia demuestran que la decisión fue correcta: «Queremos namorar aos peregrinos e A Tafona non queda a pé de Camiño».

Juan Manuel Rey apunta que Manuel Fariña quizá peca de juventud y, a veces, de decisiones impulsivas: «Eso se cura con los años y creo que, tal y como estaba la relación entre nosotros en el pasado mandato, puedo decir que hoy es mucho mejor».

Desde la oposición, consideran que PSOE y Bloque trabajan de forma autónoma e independiente, y no como un gobierno, y que las discrepancias actuales, previsiblemente, irán a más al derivarse de la propia negociación del pacto: que fue rápida al aceptar el PSOE todas las peticiones por escrito del BNG.