Una vida entera observando el firmamento

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

CERDEDO-COTOBADE

David Filgueira es el nuevo presidente de la asociación Sirio, encargada de gestionar el observatorio de Cotobade.
David Filgueira es el nuevo presidente de la asociación Sirio, encargada de gestionar el observatorio de Cotobade. r, leiro< / span>

El observatorio de Cotobade es la segunda casa de un hombre que creció leyendo libros de astronomía

28 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada hay más natural en el ser humano que sentarse y observar el cielo. Tratar de averiguar qué son esas luces que llevamos encima de nosotros, no vaya a ser que, como a los de cierta aldea gala, el cielo vaya a caer sobre nuestras cabezas. David Filgueira (Pontevedra, 1980) lleva años observándolo, muchos. Al menos, desde que él recuerda. Ya de niño sentía interés por el firmamento. No sabe muy bien el porqué, pero así era. La divulgación de ese cielo, su pasión.

«Aquí no observatorio de Cotobade o noventa por cento do noso traballo é a divulgación. Divulgación, divulgación, divulgación... Logo, ¿nalgún rato libre? Pois vemos o que queremos», narra David, recientemente elegido presidente de la asociación Sirio, encargada de la gestión del observatorio de Cotobade.

Sirio cuenta con casi cuarenta socios. Entre todos se encargan de hacer que todo se mantenga en su sitio en la cima del monte en el que se ubica el observatorio. Cuentan con muchas visitas, algo que encanta a su presidente. «Chegamos a ter sábados de portas abertas pero viña tanta xente que as veces saiamos de aquí ás dúas da mañá no verán», recuerda entre risas David. «Agora temos unhas visitas guiadas os sábados nas que hai que inscribirse. É só un pequeno trámite».

Dice que lo suyo es afición más que trabajo. Es físico, no astrofísico, ya que en su día prefirió o decidió tirar por el campo de la electrónica. «Máis ou menos ía pola rama, sempre tiven gusto pola ciencia. Nun primeiro momento case estudo astrofísica, pero vinlle pouca saída. Era algo complicado...» Sirio cuenta con una pequeña subvención del Concello local que les permite poco más que pagar el Wifi. El resto es subvencionado por las cuotas de sus socios y las aportaciones que realizan. Una hucha cuelga en la entrada del pequeño edificio. Recuerda que las visitas guiadas son gratuitas, aunque siempre es bien recibida la ayuda.

La calefacción no es un problema. No hay. El pasar frío tiene una explicación, eso sí. Al ser el aire caliente más ligero que el frío, este asciende hacia el piso superior del observatorio, donde está el telescopio y la cúpula móvil. Ese proceso deriva en una ondulación del aire no recomendable. Como cuando miramos un fuego de frente y vemos que encima parece distorsionarse la visión. «O do frío ten fácil solución: abrigarse. É gracioso porque no verán moita xente sube en camiseta e sandalias e chegan a tremer co frío», recuerda. «Estamos altos e ao descuberto, aquí ata nos días de calor fai algo de viruxe».

Cinco planetas visibles

Durante estas semanas son visibles cinco planetas del sistema solar a simple vista. Curiosamente, dice que no es un fenómeno por el que le hayan preguntado demasiado. «Soen chamar máis a atención os cometas, coma o Catalina que anda por aquí tamén estes días. O problema é que en Galicia o tempo non é o mellor do mundo», ríe. «Ademais hai que mentar a famosa contaminación lumínica, tamén presente. En concreto, a prisión de A Lama é probablemente o noso maior problema nese campo, non Pontevedra ou Carballedo».

Cuando se le pregunta por sus eventos astronómicos favoritos no se lo piensa, se lanza a hablar de las Leónidas del 99, una lluvia de estrellas que acontecen en noviembre, alcanzando su máxima intensidad cada treinta y tres años. «Contei 400 meteoros nuns tres cuartos de hora... Iso é unha auténtica pasada». El principal problema en la astronomía es que algunos eventos son solo visibles una vez en la vida, como el cometa Haley o el Ikeya-Zhang. Coincidir con ellos, es destino o azar, según se mire.

Júpiter y Saturno son sus dos planetas favoritos del Sistema Solar. «Teñen un impacto visual bestial; cando os ves a través dun telescopio quedas abraiado totalmente», narra con un tono de emoción e ilusión. «Teñen satélites como a Terra cunhas orbitas curtas co cal podes ver cambios nunha hora. Ata podes ver a sombra dos aneis de Saturno». Así, mientras unos coleccionan cromos, David, guarda planetas.

Estudió física y se especializó en electrónica, aunque su pasión siga siendo observar el cielo nocturno y divulgar a todo el que quiera qué vemos cuando miramos las estrellas