Es un segundo grupo que vivirá acogido en el centro educativo
06 abr 2022 . Actualizado a las 10:59 h.Un segundo grupo de refugiados ucranianos llegó ayer por la tarde a Marín, municipio que será su destino de acogida mientras dure la guerra. Se trata de familias formadas por madres e hijos y, en algún caso, también abuelos, que recalan escapando de la invasión rusa. Al igual que ocurrió a finales de marzo con un primer grupo de 32 personas, este segundo de 20 tendrá su lugar de residencia y escolarización en el colegio SEI San Narciso. Con este segundo grupo se completan las 50 camas que la entidad había puesto a disposición de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).
Antonio Traba, director del centro y concejal en Marín, explicó que el colegio les ofrece manutención completa, alojamiento y clases de español, además de la escolarización de los menores en el centro educativo. «La acogida es por tiempo indefinido, hasta que puedan volver. Se van a alojar dentro del recinto del colegio, en el edificio donde vivían los padres Paúles, donde hay veinte habitaciones muy grandes», señaló. El director no duda a la hora de decir que se trata de una adaptación complicada, más allá de la dureza que hay detrás de cada historia humana. «La adaptación es difícil porque el idioma es complicado. Ellos no hablen inglés y nosotros no sabemos ucraniano, por lo que la comunicación no es fácil y todo se hace a través de un traductor de Google», expuso. Desde el centro educativo apuntan que lo fundamental es que se sientan bien y que aprendan lo básico para comunicarse. Si la situación se prolonga, se les buscaría un empleo en negocios de Marín.