El primer compost de Pontevedra

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

MORAÑA

Capotillo

Hace tres meses era un montón de cáscaras, mondas, raspas o huesos, pero hoy es el primer abono procedente de basura que se produce con el nuevo modelo en la ciudad

14 jul 2016 . Actualizado a las 11:37 h.

No huele. Está algo húmedo y es exactamente igual al que se puede comprar en bolsas en un vivero de plantas para hacer pinitos en jardinería. O mejor, a juzgar por la defensa que el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, hizo ayer del primer compost pontevedrés bajo el sello Revitaliza. Esta es la etiqueta del plan de compostaje provincial que ha tenido en el Centro Infantil Príncipe Felipe su banco de pruebas en los últimos tres meses.

De allí no sale ni un gramo de residuos orgánicos desde hace seis semanas. Todo lo que se produce se convierte en abono. Y no es poca basura. Están todos los restos de los comedores del centro de formación profesional de hostelería Carlos Oroza y de los centros educativos, además de los del propio complejo infantil. En total, en torno a media tonelada diaria. Claro que en el proceso de compostaje se va perdiendo volumen -la mayor parte es agua- y el resultado final, una vez que van pasando las fases a lo largo de estos tres meses, el abono resultante es aproximadamente una décima parte del residuo inicial.

Hundiendo las manos en el compost, César Mosquera solo le ve bondades al programa. En el Centro Infantil Príncipe Felipe se genera la basura similar a la de una población de mil quinientas o dos mil personas.

«Príncipe Felipe era o reto máis difícil: as escopetas estaban cargadas por se funcionaba mal, pero a primeira fase do Plan Compost Revitaliza está completada con gran éxito -dijo ayer Mosquera-. O composteiro está funcionando sen ningún tipo de problemas dende hai meses a pesares de ser unha aposta complicada, complexa polos diferentes centros que hai alí e pola cantidade de persoas implicadas? Pero demostramos que somos capaces de levar adiante a compostaxe».

Así las cosas, ahora queda el difícil reto de la implantación fuera del laboratorio, lejos de un recinto controlado y cerrado: la expansión a los barrios. Primero Monte Porreiro y después en Campolongo. Eso en Pontevedra, donde la idea es generalizar el sistema. Si se consigue y se hace igual de bien que en Príncipe Felipe, la ciudad podría reducir sus residuos sólidos orgánicos en hasta un 70 %. De 32.000 toneladas al año se pasaría a nueve o diez mil toneladas enviadas a Sogama, donde su destino final es la quema. Por el camino se habrá ahorrado el coste que ahora se abona a Sogama por tonelada, además del transporte y recogida que hay que hacer por las calles de la ciudad cada noche y su posterior traslado a una empacadora para enviarlo después en tren a su destino final.

En su lugar, la propuesta es hacer de la basura abono. Los primeros 700 litros de volumen de compost ya se utilizan para abonar zonas verdes de Príncipe Felipe. «É un compost da mellor calidade, cun olor neutro e textura vexetal que pode ser utilizado para calquera planta e calquer lugar», asegura Mosquera, con la muestra en la mano.

La Diputación sondea a «grandes productores» de residuos para sumarlos al plan de compostaje provincial

Los primeros composteros comunitarios acaban de aterrizar en Pontevedra. Los de Monte Porreiro comenzarán a funcionar en cuanto las asociaciones y colectivos implicados así lo acuerden. También han dado los primeros pasos en las obras de los suyos los concellos de Caldas, A Illa, Moraña, Ribadumia, Portas, Soutomaior y Vilaboa. Y aunque no hay excesiva prisa en que se generalice el sistema, sino que prima que sea abrazado por la población con compromiso, ni aun logrando que se generalice el depósito de los restos orgánicos de todos las viviendas, se alcanzaría la cifra total. Porque los principales generadores de residuos son los que se conocen como «grandes productores», que pueden alcanzar, estima el vicepresidente de la Diputación, según los cálculos realizados, en torno al cincuenta por ciento del total.

Ahora esos grandes productores están en el objetivo del programa de compostaje. Entre los posibles candidatos están los centros hospitalarios, la Universidad o grandes distribuidoras de productos frescos. Mosquera reconoció ayer, a preguntas de los periodistas, que ya se han dado los «primeiros contactos» con algunos de estos grandes productores. A pesar de ello, evitó concretar con quiénes y en qué fase se está de las negociaciones.

Entretanto, continúa el plan para expandir por los concellos de la provincia el sistema de compostaje de residuos orgánicos. Mosquera recordó que hay 23 concellos solicitantes de centros de compostaje comunitaria, pero que «os prazos para as instalacións estanos marcando os propios municipios en función da súa dispoñibilidade». Por el momento la Diputación tiene comprometidos 220 de los 400 composteros que tiene para hacer frente a esta fase del plan. En un plazo de dos o tres meses cifró el vicepresidente de la Diputación el tiempo en el que estima que estén todos instalados.