Rossell destaca los muchos beneficios de la risa: «Elimina el insomnio, reduce el estrés, fomenta el riego cerebral...»
08 abr 2016 . Actualizado a las 05:05 h.En toda pandilla siempre hay al que todos señalan como el simpático, el gracioso. En el grupo de amigos de Al Rossell ese era él. Sin embargo, nunca pensó convertir esto en su profesión hasta que su vida dio un giro de 180 grados. «Me caso, tengo hijas... hasta que me divorcio. Y me planteo, ya que cambio, cambio todo», señala, al tiempo que apunta que una de sus primeras decisiones fue desplazarse a Valencia para formarse como payaso profesional.
Fue regresando a Extremadura cuando asumió que «me habían cambiado mi filosofía de pensar, mi forma de ver la vida, mis valores». Esto le llevó a profundizar en el estudio del payaso y de las emociones, dos términos íntimamente ligados.
Sin embargo, tuvo que ser una amiga quien diera nombre a esta vocación tardía. «Me dijo ??es que eres un payasólogo?? y me gusto. Y además no conozco a nadie que lo sea. Es una buena forma de presentarse. Sí es verdad que soy un estudioso del payaso, tengo formación de payaso, es mi trabajo», remarca.
Como pionero de esta profesión, ha desarrollado una serie de talleres «con metodología propia», que van desde el de coach clown -vinculado con la inteligencia emocional, la autoestima, la motivación...- hasta uno de habla, oratoria y comunicación, que fue el que precisamente lo llevó a recalar en Pontevedra contratado por la Universidade. Igualmente, organiza talleres de la risa. No confundir con risoterapia, aclara el propio Al Rossell. A fin de cuentas este madrileño enamorado de Galicia, aclara que «no soy terapeuta, soy payaso».
Precisamente, a partir del próximo 9 de mayo, dirigirá uno de estos talleres en la Casa Rosada de Poio. A lo largo de una serie de sesiones, se compromete a acompañar a las personas que se inscriban en la búsqueda de «todos los beneficios de la risa, que son muchísimos. Elimina el insomnio, reduce el estrés, fomenta el riego cerebral, genera endorfinas... Pero también vamos a trabajar una serie de objetivos, como son la concentración, la memoria a corto plazo, las relaciones sociales, vencer los miedos y también trabajaremos un poco el tema emocional, que un payaso lo tiene siempre muy presente».
En este sentido, Rossell asegura que aún hay motivos para reírse. «¿Buscas motivos? Pon la tele, mira un telediario... Ves cosas que dan pena, pero seguro que alguna encuentras para sonreír».