Después de llevar sus mariscadoras de poliéster a la plaza de Galicia, Platis se presentó en A Pobra con sus cabezudos
01 sep 2019 . Actualizado a las 17:55 h.A pesar de que el arte ya era algo casi innato en Xoán Carlos Platis Cores, nacido en Vilaxoán, no fue hasta 1995 cuando decidió dedicarse por completo a ello. Desde entonces, el artista ha recibido formación en la escuela de artes Mestre Mateo y en la de canteros de Poio, al tiempo que ha asistido a numerosos cursos de grabado, cerámica y pintura. También ha trabajado en diversos talleres, como el de Fernando García Blanco, y ha sido galardonado con premios tanto a nivel nacional como internacional. En estos momentos, lleva acumuladas más de 150 exposiciones alrededor de todo el mundo.
-¿Cuándo comenzó a sentir interés por la pintura y la escultura?
-Ya de niño, el arte me fascinó, no sé exactamente por qué. En mi familia no hay nadie que se dedique a esto y la verdad es que tampoco teníamos las condiciones económicas como para que me arriesgara. Pero lo hice: me lancé al vacío pagándolo todo de mi bolsillo, y quizá por eso tengo la necesidad de que la gente acepte y entienda mi obra. Creo que son los mejores críticos.
-Su arte, por lo general, es bastante abstracto, aunque también abarca otras disciplinas. ¿Cómo definiría su estilo personal?
-En el abstraccionismo es difícil definir un estilo, pero si hay algo que me define es el uso de materiales para crear texturas. Es el tipo de obra que más me gusta y el que más he mostrado. Aún así, me decanto por ser polifacético. Me parece importante poder aportar al pueblo. Suelo utilizar cartón piedra, tierra y madera y saco mucho la inspiración de la naturaleza y de mi tierra.
-Además de buscar la inspiración en Galicia, ¿tiene referentes?
-La verdad es que es algo que no me gusta nada. En mi opinión, la gente se está inspirando mucho en otros artistas, muy conocidos o muy cercanos a ellos, y creo que pierden parte de su personalidad. Precisamente, lo bonito del arte es buscar tu propia personalidad y que te definas sin la necesidad de seguir los pasos de otras personas. Yo sigo mi línea, voy mucho a mi rollo y por eso hago las cosas más lentamente, pero prefiero no tener prisa.
-Hablando ya de la exposición que tiene en estos momentos, ¿por qué esta en concreto?
-No me gusta caer en la rutina. Para mí sería muy cómodo quedarme en la abstracción, pero necesito crecer como artista. Llevo tres años creando los bustos y cabezudos que están en A Pobra, y creo que ha llegado el momento de mostrarlos. Además, el arte abstracto es más limitado a la hora de opinar. Lo que me gusta es que el arte figurativo va directo a la gente, cualquiera puede decir si le gusta. Por otra parte, quise mostrar los personajes más importantes de nuestra cultura y en Galicia yo no he visto a mucha gente hacer cabezudos y bustos tan grandes. La muestra se llama Rostros, porque todo son caras de personas, y de momento está teniendo bastante éxito entre los niños y los adultos.
-¿Cómo son los cabezudos que enseña en la exposición?
-Son figuras realizadas en poliéster y bastante realistas. Me llevaron mucho trabajo porque quería prepararlas para que se pudiera meter la cabeza dentro. Pesan muy poquito y son cómodas de llevar. Al principio tenía mis dudas, porque también quería que se pudiera bailar con ellas puestas e interactuar con la gente, que no hubiera que estar agarrándolas todo el rato, pero creo que lo he logrado.
-Y con respecto a los bustos, ¿quiénes son las personas elegidas para esta exposición?
-Elegí solamente a cinco, porque no quería cometer el error en el que caen muchos de copiar una única fotografía y que luego no se pareciera en nada. Las personalidades que elegí para realizar son Rosalía de Castro, Valle-Inclán, Castelao, Álvaro Cunqueiro y Camilo José Cela. Estudié todas las fotografías que pude encontrar de ellos para realizar el trabajo de la manera más adecuada posible.