En Poio lograron devolverle algunas bicicletas a sus dueños gracias a Facebook
10 ene 2020 . Actualizado a las 23:45 h.El depósito de objetos perdidos de la Policía Local de Pontevedra es como un gran bazar. En él se puede encontrar prácticamente de todo, desde sobres de dinero que aparecieron tirados y sus legítimos dueños nunca reclamaron, a paraguas, sillas de bebé y, por supuesto, bicicletas. Muchas bicis. Actualmente, hay alrededor de un centenar acumuladas. ¿De dónde salieron? Posiblemente, muchas de ellas procedan de robos, otras han sido abandonadas en la vía pública, algunas más extraviadas... El caso es que sus legítimos propietarios nunca fueron a por ellas o, si lo hicieron, no pudieron acreditar que eran de su propiedad.
La normativa marca que hay que esperar dos años desde que aparece un objeto hasta que la policía se puede deshacer de él. Aún así, suele esperarse bastante más. Pero hay muchas bicis que nunca son devueltas. Así, ya no es la primera vez que se hace una subasta de las mismas o que se acaban donando a alguna entidad que las use para fines sociales. Ahora mismo, en el depósito policial hay bicis de todos los tamaños y colores. La mayoría no tienen un gran valor y algunas necesitarían un buen arreglo para poder usarse de nuevo.
La policía indica que, aunque no se guarde la factura de una bicicleta -algo bastante complejo si han pasado años desde la compra- siempre puede haber maneras de que el propietario la identifique. Así que invitan a quienes sufrieron sustracciones o perdieron sus vehículos de dos ruedas a acudir de cuando en vez a su depósito. Ahí se custodian tanto las bicis recuperadas por la Policía Local de Pontevedra como por la Nacional.
Las 90.000 reproducciones
En Poio, tal y como cuenta el jefe policial, Antonio Duarte, aunque todavía tienen algunas bicis en el depósito, se están convirtiendo en especialistas en devolverle estos vehículos a sus dueños. ¿Cómo lo hacen? Colgando muchas fotos en su Facebook y animando a compartirlas. Algunas de ellas se llegaron a reproducir 90.000 veces hasta que se localizó al dueño. Así, este año, lograron devolver cuatro bicis.
Hay un número de identificación de la bici, también llamado de bastidor, que está ubicado debajo de los pedales y que sirve para que los propietarios puedan identificarla. El problema es que pocas veces los dueños conocen ese número y que los cacos también saben de este asunto. En Poio, recientemente, se recuperó una bici robada a la que los cacos le limaron el número de bastidor para que no se viera. Dio igual. El propietario tenía otros datos y pudo recuperarla.
Consejos para ciclistas: desde elegir bien el candado a saber el número de bastidor
Dado que en Pontevedra se detectaron algunos robos de bicicletas en el centro de la ciudad -solo en el estacionamiento de la plaza de España, Pedaladas tiene constancia de seis sustracciones-, tanto desde los colectivos ciclistas como desde los cuerpos policiales dan algunos consejos a los dueños de estos vehículos.
Adiós al candado de espiral. Indican desde Pedaladas que los candados de espiral suelen ser muy fáciles de cortar, incluso con un alicate. Se recomienda colocar unos más fuertes, bien en forma de U bien con placas metálicas plegables.
Guardar la factura y revisar el número de bastidor. Si la bici tiene un valor alto y se puede guardar la factura o el tique de compra mucho mejor. También hay que fijarse en el número de serie o bastidor que tiene. Suelen llevarlo bajo el eje del pedaleo o de la dirección. Algunas bicicletas, sobre todo clásicas, no cuentan con él.
La opción del registro de BiciRegistro. Hay una manera de registrar la bici. Se llama BiciRegistro -existe una web con este mismo nombre- y pertenece a la Red de Ciudades por la Bicicleta. Colaboran con él las policías y la DGT. En Galicia, solamente Ourense forma parte de este registro. Pero si alguien de Pontevedra quiere anotar ahí su bici no tiene problema para hacerlo. Obtendrá un papel más que le vincule con el vehículo.
Poner denuncia. Si a alguien le roban la bici y la quiere recuperar sí o sí ha de denunciar.