Los hermanos Adrián y Javier Arosa Carballa habilitan un puesto con bebidas en el alto de Esperón donde los visitantes solo abonan la voluntad
29 abr 2023 . Actualizado a las 20:29 h.Aguas, refrescos, zumos... Acostumbrados a que los peregrinos que recorren la Variante Espiritual del Camino de Santiago se detuviesen ante la puerta de la casa de su abuela a pedir un vaso de agua o que les rellenasen las botellas o cantimploras, los hermanos Adrián y Javier Arosa Carballa decidieron crear en Esperón, Poio, una suerte de oasis para que estos visitantes se pudiesen hidratar. «Aquí non se cobra nada, só a voluntad. Non estamos para gañar cartos», insiste Adrián, quien reconoce que está ruta ha experimentado un importante tirón en los últimos años.
«Só o que fai o Camiño sabe o que é a falta de fontes durante quilómetros e quilómetros de roteiro», incide. Esta suma de premisas fue lo que les llevó a ambos hermanos a colocar un arcón cuyo interior surtieron de bebidas y una mesa para que los peregrinos pudiera hacer un alto en el camino, refrigerarse y descansar —«aproveitan para sentarse na marquesiña do autobús», indica— antes de proseguir su marcha en dirección a Armenteira, que dista a unos cinco kilómetros de este punto del municipio de Poio.
Llegar a Esperón caminando no es sencillo, ya que supone superan un importante repecho con una fuerte inclinación. De hecho, hay que dejar atrás uno de los secretos naturales que atesora este municipio pontevedrés, las Fervenzas do Pereiro, antes de alcanzar este lugar, como bien pudo comprobar la mañana de este viernes uno de los muchos peregrinos, en este caso, un alemán de Hamburgo, que estos días recorren el Camiño y que no dudó en congratularse de la iniciativa de los hermanos Arosa Carballa.
De hecho, sorprendido, no dudó en lamentar en que no hubiera más iniciativas de este calado. «O que de verdade me gustaría e que tiveramos competencia, que non foramos os únicos e que máis xente fixera isto», remarca Adrián Carballa, quien no descarta en colocar en un futuro una cesta con algo de fruta de temporada, «porque é algo que gosta moito aos que fan este tipo de actividades físicas».
Solidaridad vecinal
En todo caso, este vecino de Poio restó importancia a esta iniciativa, toda vez que la enmarcó en la solidaridad que existía de siempre en los pueblos. «Antes cando un vecino necesitaba axuda para ir ao millo ou para calquera outra cousa sempre se lle axudaba. Isto estase perdendo, é verdade, pero nós queríamos recuperar esa idea de axudar aos demais», recalca insistiendo en varias ocasiones que «os verdadeiros impulsores desta iniciativa son os peregrinos que viñan a pedir auga a casa da miña avoa».
Tanto Adrián como su hermano Javier aseguran que una de las cosas que más les llena son los mensajes de agradecimiento que muchos dejan junto a la nevera, por lo que están pensando muy seriamente en colocar una libreta o libro de firmas para recopilar estas palabras.