Cuatro clanes dirigidos por mujeres se repartían el negocio de la droga en el poblado de O Vao
POIO
Una veintena de condenas certifican el final del asentamiento como el gran supermercado de la droga del sur de Galicia
05 may 2023 . Actualizado a las 20:04 h.Durante décadas hablar de O Vao era hablar del gran supermercado de la droga del sur de Galicia. Diariamente, decenas de toxicómanos se desplazaban hasta este asentamiento marginal del municipio de Poio para surtirse en algunas de sus chabolas de, principalmente, heroína y cocaína.
Todo este paisaje mutó con la operación Clavao, la investigación de la Guardia Civil que propició en octubre del 2018 una redada que permitió descabezar los cuatro clanes que se repartían el negocio de la venta de estupefacientes. Habían establecido un sistema rotatorio semanal por el que cada siete días una de estas familias asumía en exclusiva la venta de la droga que se comercializaba en O Vao, de tal modo que disponía de «una chabola acondicionada para recibir a los adquirentes de las sustancias que vendían, de manera que pudieran consumirlas de modo inmediato en estos locales».
Se trataba de dependencias dotadas con bancos corridos y mesas, «en las que los acusados les proporcionaban materiales precisos para el consumo de estupefacientes, como el papel de aluminio necesario para la inhalación de las dosis de heroína».
Al frente de cada uno de estos clanes, una mujer. Ayer, María Dolores Jiménez Gabarre, al frente del clan de La Coneja; Magdalena Suárez Salazar, líder del de La Magdalena; y sus homólogas en Los Familiares, María de los Ángeles Salazar Jiménez, y en La Joaquina, Julia Jiménez Jiménez, aceptaron en la Audiencia de Pontevedra tres años de prisión y dos mil euros de multa por un delito contra la salud pública y seis meses de cárcel por integración en grupo criminal.
Fue un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Provincial en la que hasta un total de veintiún encausados —fueron veintidós los procesados, pero uno falleció antes de celebrarse el juicio— asumieron penas que se mueven entre los dos años y mil euros de multa y los cinco años que recayeron sobre Manuel Salazar Jiménez, Lolo, al haber sido arrestado con la partida más importante, doscientos gramos de coca y unos treinta de heroína.
«En O Vao de Abaixo no se está cometiendo, en estos momentos, ningún tipo de actividad delictiva y es de gran relevancia a efectos de política criminal. También ello ha ayudado a esta rebaja de las penas», apuntó la abogada Noemí Martínez González, quien realizó una valoración «muy positiva» del acuerdo.
«Es cierto que ya no se trapichea como antes en el poblado, pero eso no quiere decir que se haya erradicado la venta de droga. Lo que pasa es que ahora se conciertan citas y las ventas se producen fuera de O Vao», apuntó un investigador policial.