El atleta Gustavo Dacal, que estuvo entre la vida y la muerte, cada vez más campeón: «Ducharme o vestirme es ahora una batalla, pero estoy aquí»
PONTE CALDELAS
Con secuelas importantes nueve meses después de contagiarse dengue, el lanzador de jabalina transmitió su entusiasmo por el deporte a los niños de su tierra, Ponte Caldelas
28 sep 2023 . Actualizado a las 11:40 h.Diciembre del 2022 avanzaba en el calendario cuando a la familia del atleta Gustavo Dacal (Ponte Caldelas, 1977) recibió noticias preocupantes desde México. El atleta, diez veces campeón de España en lanzamiento de jabalina, estaba ingresado en el hospital tras haberse contagiado de dengue por la picadura de un mosquito. Su estado era grave. Y fue empeorando conforme pasaban los días. Aún así, aunque como él recuerda llegó a debatirse entre la vida y la muerte, jamás se dio por vencido. «Sigo en la pelea, no voy a bajar los brazos», decía desde el hospital sacando fuerzas para enviar un audio que tuviese eco en Galicia, desde donde se intentaba ayudarle. Han pasado nueve meses desde entonces y las secuelas que tiene son todavía importantes. Perdió la movilidad de las piernas, utiliza una silla de ruedas, sufre problemas intestinales que le obligan, de momento, a estar ostomizado y necesita sondas urinarias. Pero, con todo, Dacal lo tiene claro: «Puedes ver el vaso medio lleno o medio vacío y yo lo veo medio lleno. Estoy aquí, eso ya es suficiente». Tiene optimismo para sí mismo y para regalar a los demás. Y quizás por eso se convirtió en el gran protagonista de una exhibición deportiva que se hizo en su tierra, en Ponte Caldelas. Fue un acto bien especial, en el que los niños tuvieron la oportunidad para iniciarse en el atletismo de la mano de alguien como Dacal que, además de ser campeón en la pista, ahora demuestra que lo es cada día en esa batalla llamada vida.
Fue el Club Atletismo Rías Baixas el que organizó una cita para que los niños pudiesen familiarizarse con el atletismo. Acudieron numerosos campeones. Pero el protagonismo se lo llevó Gustavo Dacal por el ejemplo de recuperación y resistencia que representa. La primera palabra que sale de su boca cuando se le pregunta cómo está no puede ser más clara: «Bien, estoy bien». Luego cuenta que en junio le dieron el alta en A Coruña, en la unidad de medulares, donde se estuvo recuperando de la enfermedad tras haber viajado a Galicia desde México. Ahora acude periódicamente a revisiones. ¿Y mientras tanto? «Entreno, entreno y entreno y hago muchas cosas. Ducharme o vestirme es ahora una batalla, pero aquí estoy. Voy luchando esas todas batallas del día a día, que ahora son importantes».
Explica que entrena a diario en Pontevedra, con el objetivo de poder ir a los Juegos Paralímpicos de París 2024. Pero explica que esa opción no será viable porque no va a haber lanzamiento de jabalina de su categoría. Afronta esta circunstancia como todo lo demás, con mente positiva: «Buscaremos otras competiciones. Creo que es mejor empezar por el ámbito nacional». Él todavía tiene contrato en México, donde trabajaba como entrenador de atletas, pero no cree que vaya a cruzar de nuevo el charco: «No lo sé, pero creo que no será posible. Supongo que me quedaré aquí y en un futuro buscaré trabajo. Hasta el mes de noviembre todavía sigo estando ligado a México».
Cree que actos como en el que participó en Ponte Caldelas, donde los niños pueden inscribirse este curso a la Escola Deportiva Municipal Gustavo Dacal, le dan fuerza para seguir adelante. Se quedó encantado con las ganas de ser atletas de los niños de Ponte Caldelas y confía en que el Concello acabe convirtiendo el antiguo campo de fútbol de Caritel en un centro de atletismo: «Hay ganas, hay disposición del alcalde y hay niños que quieren entrenar, así que todo pinta bastante bien», señaló con entusiasmo.