FÚTBOL / PONTEVEDRA Gerardo Lorenzo Torres, presidente del Pontevedra, no se presentará a la reeleción Controvertido, percibido por algunos como el salvador del equipo que se paseó por la Península gritando aquello de ¡Hai que roelo! y por otros como un impenitente urdidor de intrigas, Gerardo Lorenzo Torres ha zanjado las especulaciones sobre si seguiría o no presidiendo el Pontevedra CF. Se va, dice, porque la afición ha mostrado que quiere un cambio al frente del club, pero lo hace satisfecho por el cambio de imagen que ha logrado imprimir a un conjunto histórico en su trayectoria y sus deudas. De sus palabras se desprende la impresión de que no quiere estorbar a la candidatura de algunos de sus colaboradores para sustituirle. A Lorenzo se le ve entristecido, pero se niega a dar un portazo a su salida; como dicen los marineros, «as cousas do mar non se contan na terra».
06 feb 2001 . Actualizado a las 06:00 h.La trayectoria de Lorenzo al frente del Pontevedra se ha caracterizado por la drámatica descompensación entre el saneamiento de cuentas y el progresivo desplome deportivo. El aún presidente anunció su renuncia a la reelección recién llegado de un viaje de un mes de duración, un tiempo en el que el equipo cambió de entrenador, soportó polémicas y vio como varios directivos se ofrecían a encabezar una candidatura a la presidencia. -¿Cómo se queda uno al dejar un cargo al que ha dedicado sus últimos cuatro años? -Triste, las despedidas siempre lo son, pero con la conciencia tranquila por lo mucho que he trabajado y por la gente que va a entrar. Han estado conmigo y llevan tiempo planeando una buena candidatura. -¿Se va quemado? -Me voy tranquilo y satisfecho, preocupado por la situación deportiva, pero no quemado. Sé que sé que la vamos a remontar. -¿Cómo será ahora ir a Pasarón y no estar en el palco? -Yo en el palco ya no me suelo sentar [risas]. Pero, en todo caso, será diferente. Es probable que vaya a preferencia o al fondo norte, que es donde se está mejor. Me encuentro bien entre los aficionados, quizá porque siempre me han protegido. -¿Cómo cree que se tomará el aficionado del Pontevedra el anuncio de su marcha? -Creo que bien, porque una parte de la afición, según he escuchado, estaba demandando el cambio, y porque la gente que entra es competente. Todo el mundo entiende que el relevo es bueno, y que en democracia la alternancia es la clave del éxito. Yo creo que hay que saber irse de los sitios, y dar paso a gente nueva, que llega con buenas inquietudes. -Se podría pensar que se va cuando el equipo está mal... -Cada uno puede pensar lo que quiera. Lo que he hecho es acabar mi mandato, y las elecciones llevan convocadas prácticamente un año. En todo caso, he sido el presidente que más años ha estado al frente del club en los dos últimos decenios. Siento esta situación deportiva, y, desde luego, tengo una parte de responsabilidad en ello. -¿Qué es lo que llevó a Gerardo Lorenzo a presentarse, hace cuatro años, a la presidencia del Pontevedra? -En aquel momento me lo pidió mucha gente, y yo acababa de llegar a Pontevedra, de vuelta de estar fuera unos años. Tenía mucha ilusión y fuerza. Básicamente la idea era que el Pontevedra CF, que tantas páginas de gloria dio a esta ciudad, no desapareciera. El objetivo se cubrió. -¿Y ahora, qué va a hacer? -No lo sé. De momento, esperar a que vengan los nuevos, darles todo mi apoyo, y coger unas vacaciones, descansar, y pensar que esto puede ser un adiós o un hasta luego. Ya veremos. -¿Es una amenaza? -No, no. No me refiero a dentro de unos meses... Ahora tengo 42 años, e igual a los 47 vuelvo a la presidencia, hay presidentes más viejos. Cuando te vas con una asignatura pendiente, como aquí es la situación deportiva, a lo mejor un día tienes ganas de volver porque te quedó una espina clavada. A eso me refiero.